Intentemos explicar brevemente lo que sucede en la apicultura… ¿Sabes ese poco humo que se produce en el proceso inicial? Consiste en encender la brasa en el interior del fumigador, cuyo fin es confundir a las abejas para que no puedan atacar/defenderse. El material para producir este humo puede variar desde cascarilla de maíz hasta carbón vegetal, independientemente del material utilizado, el humo es denso y difícil de inhalar, lo que puede causar irritación en los ojos de los apicultores, imagínense este humo en las abejas. Con unas bocanadas, muchos caen al suelo retorciéndose y se quedan en el suelo un rato, y muchos acaban muriendo. El sufrimiento y la muerte no sólo son causados por la asfixia, sino que muchas veces son quemados vivos, ya que el humo es caliente y puede causar la muerte.
Cuando se abren las puertas de la colmena, se rocían más directamente sobre las abejas, los huevos, las larvas y todo el lugar, dejándolos aturdidos y, en la mayoría de los casos, muriendo después de morir por el humo.
Luego de este proceso, comienzan a remover los panales en busca de la jalea real, matando las larvas para evitar el nacimiento de nuevas abejas reinas, evitando así la formación de nuevos enjambres, provocando más muertes en esta etapa por los instrumentos utilizados en la cosecha. , muchos siendo aplastados.
El siguiente paso es la extracción de la miel, generalmente de noche, realizándose por centrifugación, muriendo más abejas, a veces ahogadas en la miel que producían o en la máquina centrífuga, ya que muchas quedan en los panales. Las abejas se separan de los zánganos para evitar nuevos enjambres, por lo que los apicultores tienen más control. De todos modos, esto es solo un resumen de lo que sucede en la cosecha de miel. Puedes encontrar más detalles en “Relato de un ex apicultor”.
“La participación por estos años en la apicultura me trajo la situación clara de que la extracción de miel siempre ha estado lejos de ser suave y no causar muerte y sufrimiento a las abejas. Basado en mi experiencia personal, puedo decir que: la apicultura está lejos de ser una práctica pacífica, humanitaria y compasiva para cualquier ser.” (Leandro Petry – ex apicultor – Lajeado/RS).
