Muchos ojos brillan por las tortas y los dulces, pero muchas veces un peso en la conciencia hace que la apreciación no sea plena.
Te comes ese dulce pensando ya en qué hacer para premiar esa extravagancia.
Muchos intentan cambiar dulces por frutas. Ah, el lío está hecho. La mente se siente molesta diciendo: "Si quisiera fruta, estaría pidiendo fruta".
La saciedad no sucede, se crea un vacío. Las tortas y los brigadieres son más tentadores.
Sin embargo, si haces que la fruta parezca dulce, la mente se siente bienvenida. Disfrutas cada parte sintiéndote satisfecho.
El corazón late tranquilo con la certeza de que está siendo atendido.
La crema de mango con sirope de mora es una de esas delicias que calman el antojo de dulces.
Crema de Mango con Salsa de MorasIngredientes:
Método de hacer
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