Siente el jugo de naranja corriendo por tus manos, el plátano pasando entre tus dedos, la textura del pepino, como el mango resbala, amasa el pollo…
¡Disfruta los desafíos de levantar y sostener la comida, llevártela a la boca, probarla y pedir una más! Quiere tomar todo antes de comer, conocerlo primero con las manos, fijarse en los detalles de ese alimento y luego decidir si se lo lleva a la boca.
Es muy interesante seguir tu proceso, Empecé a notar cómo me distanciaba de algunos alimentos al comer solo con los cubiertos. Y también cómo se siente recoger comida con la mano. Confieso que a veces sentí angustia y luego recordé que era solo la comida la que me untaba las manos. Una sensación de ser un niño y disfrutar el momento.
¿Cómo es para ti comer con las manos? ¿Sientes contacto con la comida?
Este hambre es menos común aquí en Occidente, ya que comemos poca comida con las manos. En otras culturas está más explorado, ¡pero a los niños les encanta!
Los niños suelen comer mucho con las manos, sobre todo cuando se les anima a hacerlo, porque es a través de ellas que también llegan a conocer las cosas. Parece que tiene “ojos” en sus manos para ver y saber aún más.
¡Hay algunos alimentos que son deliciosos para comer con las manos! ¿Qué te viene a la mente?
¡Palomitas de maiz!
¡Hamburguesa!
¡Frutas!
Los bocadillos, en general, son muy buenos para comer con las manos, ¿verdad? Otro que me acordé es el temaki, en la cocina japonesa, también en varios snacks y, por supuesto, en la barbacoa.
La mayor parte de la fruta la comemos con las manos y en muchas de ellas comprobamos si está lista para comer, lo suficientemente madura.
Ahora, ¡es en la cocina donde se explora mucho el tacto! Cuando estamos preparando la comida, entramos en contacto de otra manera. Cuando cocinamos, una de las principales herramientas son nuestras manos, ya que nos ayudan a mezclar, amasar el pan, conocer el punto de la masa, hacer albóndigas, condimentar carnes, disponer y decorar los platos.
¿Vamos a practicar?
Separa un tiempo y un lugar para tu práctica. Elige un alimento que suelas comer con las manos, puede ser una fruta, por ejemplo.
Empieza a explorar con las manos y puede ser interesante cerrar los ojos para notar las sensaciones con más intensidad. Fíjate cómo es la textura, más blanda o más dura, rugosa o lisa, la forma, si es pegajosa o resbaladiza.
Notando lo que despierta en ti mientras exploras la comida.
Cuando quieras comer, disfruta y nota con la mirada, siente los aromas del alimento elegido, nota los sonidos que existen al masticar y saborea cada pieza.
¡Buenas practicas!
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