Cena: la última comida del día.

    No hay nada mejor en esta vida que una buena noche de sueño, ¿verdad? Sin embargo, algunos de nuestros hábitos pueden acabar convirtiendo nuestra noche soñada en una pesadilla. Y el principal es comer en exceso antes de acostarse. Por eso, para pasar una velada agradable, es fundamental evitar comer alimentos demasiado pesados y apuesta por la cena, la última comida del día.

    Consumir alimentos ligeros antes de ese sueño tan esperado ayuda a que el cuerpo se mantenga alimentado y nuestro metabolismo funcione correctamente hasta la mañana siguiente.



    Cena: la última comida del día.

    Entre los grandes beneficios de apostar en la cena está la pérdida de peso. La última comida del día ayuda a que, durante el sueño, los niveles de azúcar se mantengan equilibrados, evitando así que te despiertes con esa inconmensurable sensación de hambre.

    Por último, pasar mucho tiempo sin comer hace que el organismo estimule la retención de grasas, para evitar futuros ayunos. Además, la cena evita que esos michelines no deseados se instalen en nuestro cuerpo.

    Pero ¡cuidado! La cena está indicada para personas que toman un descanso de al menos tres horas con la cena antes de irse a dormir. Esto significa que aquellos que tienen la costumbre de cenar tarde en la noche deben evitar la cena nocturna, de lo contrario terminarán ingiriendo un exceso de calorías.



    Texto escrito por Flávia Faria del Equipo Eu Sem Fronteiras

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