Con la ajetreada vida actual, las comidas rápidas se han vuelto populares debido a la necesidad de las personas de comer rápido para volver a sus tareas. Es decir, si pudieran, no almorzarían ni cenarían. Dormir, comer, descansar son vistos como una pérdida de tiempo en el mundo contemporáneo. Si ya no se valora mucho parar a comer, y mucho menos sentarse a comer con otra persona.
Es cierto que invitar a comer a alguien cuando hay algo de qué hablar se vuelve agradable, pero no siempre es así con las personas con las que convivimos en nuestros hogares. Como aborda el profesor Mário Sérgio Cortella en sus conferencias, la llegada de los televisores a los hogares alteró por completo la rutina de las familias.
En los viejos tiempos, todos se reunían alrededor de la mesa para comer.. Comentaron sobre los acontecimientos del día, las expectativas y los sentimientos compartidos. También porque era una época en la que no se podían superar grandes distancias a diario, por lo que los padres solían trabajar cerca de casa y volvían a menudo a almorzar con la familia. Con la llegada de los televisores, mientras la gente hablaba y escuchaba sus propias conversaciones, el nuevo aparato empezó a acaparar la atención de todos en la mesa. Las sillas y los sofás comenzaron a colocarse no en círculos en la casa, sino alrededor de la televisión.
Debido al alto flujo de inmigración italiana a principios del siglo XX, muchas familias españolas crecieron con mesas llenas de pasta, niños y conversaciones con voces tan altas que parecían una pelea entre adultos. Abordando esta cultura italiana, una escena de la película El Padrino refleja bien esta situación y la seriedad que estas familias se tomaban en sus comidas. Cuando un miembro sugiere hablar de negocios, el cabeza de familia dice que este tipo de temas no se pueden abordar mientras la gente está comiendo, mostrando así la seriedad que representaba para esas personas la comida familiar.
Finalmente, recuerda que todo en la vida es temporal. Tener la oportunidad de tener una comida con las personas que amas no durará para siempre. Hoy se puede, pero mañana será un misterio. Así que no solo disfrutes de la comida, sino también disfruta de la compañía que tienes presente en este momento.
Texto escrito por Diego Rennan del Equipo Eu Sem Fronteiras
