Slow living: ralentizar la vida cotidiana

Cuando vas a definir tu día a día, ¿tienes la costumbre de decir que todo es prisa? Esta expresión es común para hablar de nuestros días, porque siempre tenemos muchas tareas y pocas horas para realizarlas.

Sin embargo, ¿correr con nuestras actividades es la única manera de vivir? ¿O es solo una forma de vida que nos vemos obligados a seguir? En un sistema capitalista y tecnológico, en el que todo es urgente y estimulante, es comprensible que tanta gente se meta en este ritmo.



Pero, ¿y si hubiera otra forma de experimentar nuestras rutinas? Con el artículo que preparamos, descubrirás el slow living. ¡Comprenda qué significa este término, los beneficios que presenta y cuáles son las formas de incorporarlo!

¿Qué significa vivir lento?

“Slow living” es un término inglés para “slow life”. Se refiere a un estilo de vida que predica la desaceleración de lo cotidiano para dejar espacio al autoconocimiento y al respeto por el tiempo de cada uno.

Além disso, la vida lenta es una rama del movimiento lento, que comenzó a desarrollarse en la década de 1980 en los Estados Unidos de América. En ese momento, una parte de la sociedad se pronunció en contra del sistema de de comida rápida, que predica una alimentación acelerada, desde una nueva concepción del tiempo.

Slow living: ralentizar la vida cotidiana
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Desde la teoría lenta, todos los procesos de la vida de una persona deben ser ralentizados, así como los sistemas productivos de la sociedad. Entonces, además del slow living, que engloba este estilo de vida de manera amplia, está el comida lenta, slow fashion (producción lenta de ropa), entre otros.



En otras palabras, slow living es una forma de repensar la forma en que la sociedad maneja el tiempo y pretende promover cambios en todo lo que hacemos a diario. ¿Te parece demasiado radical? ¡Descubre a continuación por qué deberías unirte a slow living!

¿Por qué unirse a la vida lenta?

¿Cuántas veces has llegado a casa después de un largo día de trabajo y te has entregado al agotamiento? ¿Y cuántas veces has decidido adelantar muchas tareas para tener más tiempo después, pero terminaste sobrecargándote?

Estamos tan acostumbrados a una rutina ajetreada que ni siquiera somos conscientes de los efectos nocivos que tiene. O incluso nos damos cuenta de que nos sentimos cansados ​​y agotados, pero pensamos que eso es normal, como si fuera la única manera de vivir.

Así que piensa en los sentimientos negativos que te genera tu estilo de vida actual. Para ayudarte en este proceso, considera las siguientes preguntas:

1 – ¿Sientes mucha presión para realizar tus tareas?

2 – ¿Sientes que se te acaba la energía a lo largo del día?

3 , ¿Tienes tiempo para hacer actividades esenciales como comer?

4 – ¿Puedes dedicarte a actividades placenteras que te ayuden a relajarte?

5 – ¿Piensas en lo que estás haciendo o simplemente lo haces?

Si desea que las respuestas a estas preguntas hayan sido diferentes, la vida lenta puede ayudar. Con este estilo de vida sentirás menos presión y estrés, podrás disfrutar mejor de tus días y seguirás realizando tus actividades habituales, de una forma más ligera y respetuosa con tus emociones.


¿Cómo practicar la vida lenta en tu vida?

Tal vez te estés imaginando que vivir lento es algo difícil de lograr. ¿Alguien podría vivir más despacio y aun así cumplir con todas las obligaciones que tiene? La respuesta es sí, y esa persona podrías ser tú.


Para practicar la vida lenta en tu vida, debes cambiar algunos de tus comportamientos e interpretar el mundo de una manera nueva. Es fundamental que entiendas que eres tu quien define tu tiempo, no la sociedad.

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Así empezarás a liberarte de algunas imposiciones, como comer rápido, producir mucho en pocas horas, priorizar el trabajo por encima de todo y desechar lo que aparentemente ya no sirve.

Con el nuevo estilo de vida, debes dirigir tu atención a tu salud, tus sentimientos y lo que realmente te importa, como tu familia y amigos. En lugar de hacerlo todo a la carrera, diferenciarás entre lo urgente y lo que se puede dejar para después, en detrimento de otras tareas imprescindibles.

Beneficios de practicar slow living

Ahora que has aprendido qué es slow living y cómo puedes incorporarlo a tu vida, motívate para hacer esta transformación con los beneficios de vivir slow:

1) Comer mejor

La buena nutrición es uno de los focos de la vida lenta. Cuando comemos despacio, saboreando cada alimento, tendemos a comer mejor. Esto es, renunciamos a la comida rápida a cambio de comidas caseras, con calma, que se puede apreciar. Incluso tendrás la oportunidad de expandir tus papilas gustativas.


2) Consumir con conciencia

El consumo consciente es fundamental en un mundo globalizado que produce tantos residuos. Con slow living, en lugar de salir y comprar todo lo que crees que necesitas, mirarás el potencial de lo que ya tienes. Además, pondrás en valor productos hechos a menor escala, más exclusivos y cargados de buenas historias.

3) Fortalecer vínculos

El slow living es un estilo de vida perfecto para fortalecer los lazos con los que amamos. Eso se debe a que administrará mejor su tiempo, reservando más momentos para pasar con las personas que le importan. Así estarás más disponible para conversar, salir y viajar.


4) Relájate fácilmente

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Incluso cuando estamos muy cansados ​​después de un día de trabajo, todavía es difícil relajarse porque seguimos pensando en todo lo que tenemos que hacer. A pesar de que con una vida lenta descubrirás que es posible calmar tus preocupaciones en el momento adecuado, teniendo más control de tu mente para descansar.

5) Establece límites saludables

A través de la vida lenta, eres tú quien controlará tu tiempo y las actividades que realizarás. Entonces terminarás imponiendo límites cuando otras personas intenten presionarte o darte más tareas de las que eres capaz de hacer. De esta forma, serás más fiel a tu esencia y a tus intereses reales.

Consejos para ralentizar tu día a día

Hasta ahora, tienes suficiente motivación para incorporar la vida lenta. Pero, ¿sabes cómo ralentizar tu vida diaria? Presta atención a los consejos que preparamos:

1) Organiza una rutina

Es fundamental que organices una rutina que te funcione. establecer horarios despertar, comer, trabajar, relajarse y dormir. Puedes hacer esto con la ayuda de una agenda. En ese caso, piensa en las tareas que tienes y sepáralas en las horas disponibles de tu día, sin sobrecargarte.

2) Cuida tu salud

Cuidar tu salud no es sinónimo de hacerte exámenes anuales, aunque eso es importante. Usted debe cuida tu salud mental y física, tomarse el tiempo para hacer ejercicio, comer con calma y hacer citas con profesionales de la salud si algo anda mal.

3) Establece tus prioridades

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Al establecer sus prioridades, comprende lo que realmente importa en su vida cotidiana. Si quieres dedicarte de lleno al trabajo, por ejemplo, reserva más horas de tu día para esto. Por otro lado, si tu familia es tu máxima prioridad, incluye momentos con ellos en tu rutina.

4) Disfruta cada momento

Como slow living, cada momento que vives es único y especial. Debes perder las prisas por vivir y aprovechar cada oportunidad para construir recuerdos. Así que vea la belleza de los detalles que están a su alrededor, tome fotografías y esté presente en cada situación de su día.

5) Salir del modo automático

Vivir en modo automático es lo que nos diferencia de la vida lenta. Así que empieza a centrarte en el presente. Al realizar una tarea, dedíquese a ella de verdad, evitando preocupaciones excesivas por otros asuntos. ¡Entiende que tienes tiempo para todo!

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De la información presentada, observamos que el slow living es un estilo de vida que trae innumerables beneficios a quien lo practica. Además de ofrecer oportunidades para vivir más intensamente y con más atención, puede aumentar tu salud y mejorar tus relaciones interpersonales. ¡Motívate a ver el mundo de una nueva manera!

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