Estamos en temporada de Cuaresma y Cuarentena!!! No sé cuándo estás leyendo este artículo, pero estamos pasando por una fase muy “interesante”, diría yo. Debido a un virus (COVID-19), muchas personas necesitan permanecer en sus hogares. Sí, unos pueden trabajar desde casa, otros no, ¡todo está parado!
Como quiero que leáis este artículo cuando acabe todo esto y volvamos a la normalidad os dejo esta situación. Y justo en el momento estamos en Cuaresma, que son 40 días en los que Jesús se quedó en el desierto, preparándose para la vida pública.
Pero también quiero recordar que, en tiempos de Jesús, ya existía la Pascua, o más bien Pesaj, conocida como la Fiesta de la Liberación, que celebra la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto. Entonces, no depende de los conejitos, huevos y chocolates en general, que también son deliciosos, jajaja!!
Todos estos eventos son momentos de repensar la vida, repensar nuestros hábitos, nuestro andar en este planeta azul. Si recordamos la primera Pascua, la de los judíos, hablamos de Liberación de la esclavitud física. La Pascua de Jesús también nos trae una Liberación, la del Pecado (religiosamente hablando, ¿ok?), pero sabemos que el mensaje de este ser más que especial, es mucho mayor que esto!!
Es en realidad una invitación a ser una persona nueva, a tener nuevos hábitos, a tener nuevos pensamientos y nuevas actitudes, en otras palabras, ¡un cambio total! Yo les pregunto: adoptar nuevos hábitos, nuevas actitudes, ¿no es tener una nueva vida, un Renacimiento?
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Seguro que estás de acuerdo conmigo… Pero voy más allá, ¿este virus no quiere cambiar también nuestros hábitos? Sabes una cosa que no podemos hacer en este momento: en caso de que estés leyendo esto después de que todo haya terminado, después de todo, este es el mundo de Internet, ¿verdad? ¿Se detendrán las cosas ahí? Abrazar a nuestros seres queridos, así es! Dije que era aislamiento!!
Quizás, cuando todo esto pase, le demos más valor a las cosas simples, como un abrazo, y así, una vez más, renaceremos.
