Mi cuerpo, mi espejo, mis reglas

    No, este no es un texto sobre que puedas salir a la calle con la ropa que quieras, después de todo, cosas obvias como esta no necesitan ser replanteadas. Nuestra gran pregunta de hoy es: los estándares de belleza que nosotros mismos debemos crear. 

    La moda es algo que todas las mujeres disfrutan, a muchas les encanta seguir las tendencias y otras las siguen simplemente para salirse de la norma. El gran problema que rodea a la palabra “estándar” en el mundo de la moda son los cuerpos de las mujeres que aparecen dictando las pasarelas y los anuncios a lo largo de los años. Aunque la moda de tallas grandes está ganando su espacio, todavía queremos tener el cuerpo de esas mujeres delgadas. Sabemos que debemos aceptarnos a nosotros mismos, pero aún queremos ese cuerpo. Y cuando logramos aceptarnos, todavía nos preguntamos si no deberíamos querer esos cuerpos.



    Mi cuerpo, mi espejo, mis reglas

    Gracias al sentido común, la diversidad ha sido más discutida y mejor aceptada, pero desafortunadamente nuestro bienestar solo se discute internamente, y para poner las cosas aún más difíciles, las mujeres son fanáticas del autosabotaje. El espejo del alma y el mundo físico de una mujer es a menudo una trampa sin salida. Por mucho que tengamos momentos de amor propio, si el estado de ánimo fluctúa un poco, parece que al mismo tiempo nos ponemos las gafas de sol y nuestro mundo se oscurece. El que estaba pensando “guau, que gracioso soy”, empieza a pensar “guau, que tonto soy”, el que pensaba “guau, que bueno que estoy”, empieza a pensar “guau, parezco una ballena”. Es hermoso decir que debemos amarnos el 100% del tiempo, pero en la práctica esto es muy difícil. Principalmente porque no vivimos solos, y principalmente porque nuestro reflejo en el espejo está marcado por un pasado que trae la dictadura del cuerpo esbelto y no del cuerpo amado.



    De esa forma, nuestro único escape es destruir el espejo actual y tallar uno nuevo. con nuestros moldes, nuestras medidas y nuestras reglas, un espejo que pueda reflejar la mujer que somos: bella, inteligente, amada y ardiente. Después de todo, personalmente hablando, siempre preferiré a aquellas mujeres que prefieren una pizza de Nutella a una barra de granola.



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