Con el proceso de evolución junto con el autoconocimiento, aprendemos que somos los co-creadores de nuestras vidas y tomamos conciencia de que cada minuto, segundo, hora y día tenemos la oportunidad de cambiar y crecer.
A través de la evolución se nos da la oportunidad de evolucionar espiritualmente, y como es fantástico avanzar en espiritualidad, empezamos a romper barreras de creer que solo es posible crecer en espiritualidad si tenemos que seguir un cronograma lógico con un comienzo , medio y final, en algunos casos lo están desmitificando.
En la espiritualidad tenemos una forma de comunicación con el Creador y para eso solo necesitamos anular nuestro ego y dejar que la parte más íntima de nuestra alma hable por nosotros en esa oración sencilla y sentida, en esa lágrima que brota del rincón. del ojo como agradecimiento cuando ya no tenemos palabras o no encontramos las adecuadas para expresarlo, o incluso en el grito de auxilio cuando ya no sabemos pedir.
A medida que buscamos más sobre la espiritualidad, nos damos cuenta de que nada sucede por casualidad y que la fe y la espiritualidad están entrelazadas, y la fe nos proporciona cosas fantásticas e imaginables.
Y, poco a poco, tomamos conciencia de que estamos en esta vida con el único objetivo de evolucionar espiritualmente y que tenemos el libre albedrío para elegir el camino a través de la alegría o el dolor.
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De esta manera, sabemos que no hay otro que el Creador, porque de él deriva toda la sabiduría, la ciencia y el poder, y siempre nos está protegiendo.
