“Ser” feliz es diferente de “ser” feliz.
¡“Ser” feliz es sentir el Universo dentro de ti!
¡“Sé” un Templo con un Altar en su corazón!
¡Vivir sabiendo que todo pasa, pero lo que queda y lo que no pasa es la Eternidad en nosotros!
¡Siente la Luz Invisible del Espíritu iluminándonos y guiando nuestros pasos!
¡El Ser es feliz, porque vive en armonía con la Naturaleza y siente comunión con ella!
Es sentir un deseo de vibrar, tan fuerte, emanando Paz, Alegría y Armonía para todos los SERES!
¡Es agradecer la oportunidad de presenciar el milagro de la Vida, incluso en medio de las dificultades y los desafíos!
¡Es cantar en la melodía del silencio, la canción del Amor!
¡Es hablar todos los idiomas, simplemente, con la voz del corazón!
Es ver sentido aun en lo que no tiene sentido, porque la Vida es un Viaje de misterios y descubrimientos!
“Ser” feliz es, aún en la tristeza y el dolor, perseverar y seguir adelante confiando en que todo es parte de algo más grande, que a veces no entendemos, pero al mismo tiempo, ¡sentimos que cada movimiento es para nuestro crecimiento!
¡La fe nos impulsa a fluir con la Vida, dándonos cuenta de nuestra conexión con todos los Seres y toda la Creación!
Es enfrentarse a los miedos y, al tomar conciencia de ellos, ¡superarlos!
¡“Ser” feliz es diferente a “ser” feliz, porque el SER es pleno y se revela cuando nos conectamos con ÉL!
“Ser” feliz depende de satisfacer nuestros deseos, es parte de nuestra experiencia humana, sin embargo, ¡es transitorio!
Al satisfacer un deseo y quedar insatisfecho, buscamos otro objeto de satisfacción en busca de la Felicidad, la cual no podemos encontrar afuera, pues es un estado de nuestro SER.
¡El SER es feliz en su naturaleza, porque es PLENITUD, AMOR y LIBERTAD!
