A finales de septiembre de este año asistí al Congreso Anual de Organizadores Personales y tuve la oportunidad de asistir a una charla de Joshua Becker* sobre minimalismo.
Me di cuenta de que el minimalismo no es solo un estilo de decoración, sino también una filosofía de vida. Y eso, en cierto modo, está muy en línea con los principios de la organización.
En el proceso de organización, una de las etapas más importantes es la disposición, cuando reflexionamos sobre el destino de nuestras pertenencias.
En la filosofía de vida minimalista, la propuesta es conservar sólo lo imprescindible para nuestra vida y deshacernos de todo lo que no nos sirve. Así, hacemos de nuestro hogar un lugar más agradable para vivir.
Según Joshua, el primer paso para volverse minimalista es nuestro proceso de convencernos de que queremos una vida sencilla.
Esta filosofía de vida tiene algunos beneficios interesantes que comparto contigo:
1 – Gastamos menos
A medida que llevamos una vida más sencilla, gastamos menos: menos tiempo, menos energía, menos dinero…
2 - Libertad financiera
Cuando vivimos de forma minimalista, adquirimos libertad financiera, precisamente porque gastamos menos…
Confieso que, para mí, este beneficio fue un cambio de paradigma, porque en mi mente era todo lo contrario: mientras más ganancia económica tengo, más libertad adquiero. Sin embargo, cuanto más tengo, más consumo y más necesito. De esta forma se mantiene el ciclo, es decir, nunca estoy satisfecho con lo que gano.
3 – Menos estrés
Cuanto menos tenemos, menos contaminación visual o caos hay en nuestro hogar y, en consecuencia, estamos menos estresados.
Además, es más fácil limpiar y cuidar la casa.
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4 - Libertad
Podemos tener más libertad porque, en lugar de perder el tiempo cuidando nuestras pertenencias, tenemos más tiempo libre para hacer las cosas que realmente nos gustan o podemos pasar más tiempo con los que amamos.
Incluso tiene una frase interesante: "Cuantas más cosas tienes, más te pertenecen tus cosas" ("Cuantas más cosas tienes, más te consumen tus cosas"), ¡gran punto de alerta!
5 – Bueno para el medio ambiente
Con el estilo de vida minimalista, consumimos menos, lo que termina siendo bueno para el medio ambiente, ya que generamos menos contaminación o fomentamos menos “destrucción”.
6 – Ser más productivo
Nos volvemos más productivos ya que necesitamos menos tiempo para cuidar nuestras pertenencias. De esta forma, administramos mejor nuestro tiempo para lograr lo que realmente nos importa en esta vida, como pasar más tiempo con nuestros hijos.
7 – Conviértete en un ejemplo para tus hijos
Con esta filosofía enseñamos a nuestros hijos en la práctica que el mayor valor está en ser, no en tener.
8 – Adquirir artículos con mejor calidad
Al consumir menos, podemos elegir mejor qué comprar y tener la oportunidad de adquirir artículos de mejor calidad. Después de todo, no necesitamos tener cinco relojes, solo uno, ¿verdad?
9 – Poder financiar otras causas
Tenemos la oportunidad de invertir nuestro dinero en otras causas y ayudar a personas con menos recursos que nosotros.
10 – Menos trabajo para alguien
Cuando desencarnemos, seguramente daremos menos trabajo a los que se queden, ya que no tendremos que dedicar tanto tiempo a cuidar las pertenencias que dejamos atrás.
Independientemente de cualquier filosofía, mi intención con este texto era mostrar que es posible cambiar hábitos arraigados, así como reflexionar sobre nuestra vida y el camino que queremos tomar.
*Creador del blog https://www.becomingminimalist.com, es autor de varios libros sobre el tema.
