Con la rutina cada vez más agitada y agotadora, dividida básicamente entre dormir, trabajar y otras cosas que puedes estar dispuesto a hacer cuando no estás durmiendo o trabajando, es difícil probar cosas diferentes. Si ya tenemos tan poco tiempo para dedicarnos a nosotros mismos y a lo que nos hace felices, entonces, ¿por qué desperdiciar esas preciosas horas, tal vez minutos, tratando de hacer nuevos descubrimientos que quizás no te agraden?
Puede que no estés de acuerdo e incluso critiques esta ideología, pero no puedes negar que es extremadamente sensata. Después de todo, ¿por qué probar pescado crudo de la sofisticada comida japonesa, por ejemplo, pagar caro y correr el riesgo de que no te guste, cuando esa deliciosa lasaña, tu comida favorita, está a tu alcance? ¿Por qué cambiar lo correcto por lo dudoso? Si nos quedamos estancados en esta filosofía, lo más probable es que la sociedad se hubiera estancado en la primera cueva cálida que encontró en la prehistoria.
Admitamos que no necesitamos retroceder tanto en el tiempo. Como se dijo en el primer párrafo, la rutina por sí sola nos permite crear nuestras “cuevas” en nuestras vidas. Depende de cada uno querer instalarse en su propia cueva, trabajar para transformarla o explorar otras cuevas.
No tienes que ir literalmente a explorar una cueva en medio del bosque para hacer algo innovador. Es cierto que si tienes dinero todo es más fácil: saltar en paracaídas, hacer un viaje, empezar un nuevo curso, comprar un videojuego y una serie de otras facilidades más o menos innovadoras que el poder adquisitivo puede proporcionar. Pero por suerte, los nuevos descubrimientos no se limitan solo a las personas que tienen dinero, por lo que es posible para todos nosotros.
Puedes leer un libro nuevo, dar un paseo por el parque, visitar a un viejo amigo, pintar tu casa o una serie de otras cosas que has dejado sin hacer por una serie de factores, que pueden ir desde la imposibilidad de la rutina del tiempo o esa pereza básica que todos tenemos. Pero también puedes hacer cambios en otro segmento que afecten directamente a todos los demás, en la actitud.
Si tienes algún miedo, ¡enfréntalo! Si tienes un problema, ¡resuélvelo! Si tienes enemigos, hazlos amigos. Por mucho que puedas comprar un videojuego para agregar emoción a tu vida, el control real está en tu mano.
- Texto escrito por Diego Rennan del Equipo Eu Sem Fronteiras.
