En el mundo en que vivimos, todo está ligado a valores monetarios. “Mi hijo es exitoso, después de todo, tiene su propia casa, un automóvil, un teléfono inteligente de última generación, electrónica sofisticada y sale a cenar todos los días”. Según una definición de diccionario de “éxito”, este término significa: tener éxito en algo; tener un resultado feliz en algo; para llegar al final de un trabajo. Es decir, básicamente, es tener algo que te lleve a la felicidad.
Pero, ¿qué se necesita para tener esa felicidad? Después de realizar el sueño de ser dueño de una casa, ¿alcanza finalmente la persona el tan esperado “felices para siempre”? Obvio que no. Si se ha fijado esta meta para la satisfacción momentánea, aspirará a tener más y más. Y eso no es del todo malo, después de todo, una persona ambiciosa puede transformar el mundo en el que él y sus allegados viven de acuerdo con su fuerza de voluntad. El problema es hasta dónde está dispuesto a llegar este individuo para lograr todo lo que desea.
La principal vía lícita y ética para que una persona adquiera bienes materiales es a través del trabajo.
Hace unos siglos, el acto de trabajar estaba mal visto por las capas altas de la sociedad. Después de todo, quienes realmente se ensuciaron las manos, especialmente en América Latina, fueron los individuos esclavizados. Por lo tanto, cualquier parecido que pudiera relacionar a una persona de alto rango con un esclavo era aborrecido por las élites. Más tarde, con la llegada de la Revolución Industrial, el trabajo empezó a valorarse realmente. Después de todo, Dios ayuda a los que se levantan temprano, como dice un viejo refrán.
Cuanto más trabajes, más podrás adquirir.
Es cierto que el dinero no trae la felicidad, pero es innegable que previene mucha tristeza. La pregunta es ¿hasta dónde debemos darnos trabajando para ganar dinero? El culmen en este caso es el individuo que por voluntad propia trabaja 12, 15 horas diarias y no tiene tiempo ni para gastar el dinero que recibe. En las pocas horas libres, prefiere dormir o descansar porque estaba muy cansado y estresado durante el trabajo. Y mira, este es un lado menos peor, porque hay gente que trabaja más tiempo y recibe una miseria.
Es extremadamente importante para su salud que busque encontrar la dosis correcta para trabajar y vivir. Tener todo lo que deseas puede resultar muy costoso precisamente para tu bienestar.
Tenemos que trabajar para vivir y no vivir para trabajar.
- Escrito por Diego Rennan del Team Eu Sem Fronteiras.
