¿Sabes lo que significa la Cuaresma? Probablemente al menos hayas oído hablar de esta expresión. La palabra Cuaresma tiene un origen latino (quadragesima dies) y significa el período de 40 días de preparación para la Pascua. Tiene lugar después del Carnaval, comenzando el Miércoles de Ceniza y terminando el Domingo de Resurrección.
La Cuaresma es bastante común entre la Iglesia Católica y sus fieles, ya que precede a la mayor fiesta cristiana, la Pascua. Durante este período, las personas suelen acercarse a Cristo, ofreciendo oraciones intensas y diarias, además de ayunos y penitencias. Y así se preparan para la Pascua, tiempo de renovación y purificación por la resurrección de Jesucristo después de la crucifixión. Esta tradición ha estado presente en la vida de los católicos desde el siglo IV.
¿Cuál es el origen de la Cuaresma?
Esta celebración se inició, según cuenta la historia, en el año 350 d.C., cuando la Iglesia Católica decidió ampliar el tiempo de preparación a la Semana Santa, ya que sólo el triduo sagrado (Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Aleluya) no era suficiente para prepararse para un evento tan importante.
Ahora te estarás preguntando por qué son 40 días… y sí, ¡hay una explicación! En la "Biblia", el período de tiempo alrededor del número 40 aparece varias veces marcando hechos importantes, como cuando Jesús permaneció 40 días en el desierto, Moisés en el Monte Sinaí, la duración del diluvio, entre otros. Así, se puede decir que el tiempo de 40 días, la Cuaresma, es una característica de un período de dolor y sacrificio que ocurre antes de eventos significativos, como los mencionados anteriormente.
El uso del color púrpura durante la Cuaresma
Además, ¿sabías que la Cuaresma se representa con el color morado? El morado es uno de los colores litúrgicos del catolicismo, por lo que es común ver sacerdotes vestidos de morado en esta época del año e iglesias también decoradas de ese color, es una de las etapas de preparación adecuada para la Semana Santa.
Para los católicos, el morado representa la penitencia, el ayuno y la oración, temas muy presentes en la Cuaresma, estimulando la purificación del cuerpo y la mente. Es la simbolización del luto de la Iglesia por el sufrimiento de Jesucristo.
Algunos dicen que la Iglesia viste a sus sacerdotes de púrpura para simbolizar la tristeza y el dolor del momento, ya que el púrpura también se usa en las misas de difuntos. Muy interesante, ¿verdad?
Las energías presentes en el período de Cuaresma
Durante la Cuaresma es posible sentir la presencia de grandes energías y vibraciones de amor, solidaridad, compasión, empatía, renovación, etc. Esto se debe a que es un tiempo marcado por enseñanzas y buenas prácticas, como el respeto, la fraternidad y, sobre todo, el amor y la caridad. Es durante la Cuaresma cuando la enseñanza de amar al prójimo se hace más que necesaria, teniendo siempre presente el ejemplo de Cristo al ayudar a sus fieles en su transformación interior.
Además, hay tres prácticas principales que se llevan a cabo en el período de Cuaresma, a saber: la oración, la caridad y el ayuno. Es muy común ver a personas, especialmente en el mundo católico, hacer promesas de no comer carnes rojas, por ejemplo, durante este período. Es una práctica penitencial. Esto se debe a que el acto de comer carne roja está relacionado con el derramamiento de la sangre de Jesucristo durante su sacrificio.
Esta práctica ha perdido fuerza con el tiempo, y ahora es más común durante el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo que durante la Cuaresma. Hoy, la Iglesia defiende firmemente que la práctica se lleve a cabo al menos el Viernes Santo.
Por supuesto, hay algunas excepciones para la Iglesia, como las mujeres embarazadas, ya que necesitan mayores cantidades de nutrientes, y las personas pobres, a las que se les puede dar carne para comer. Sin embargo, lo que se debe o no consumir durante la Cuaresma o el Viernes Santo está directamente relacionado con la conciencia, el deseo y lo que cree cada uno.
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Sin embargo, a pesar de ser una tradición religiosa, cualquier persona interesada en esta experiencia puede sumarse a la práctica de la Cuaresma, ya que es un tiempo de dedicación, reflexión, fe y sanación, además de lo espiritual. ¡Solo cree y ten buena voluntad! Y lo que es más importante que la penitencia y el ayuno es, sin duda, el momento de reflexión en busca de la evolución del espíritu y la proximidad a Dios.
