La ansiedad es un sentimiento común y natural que todos experimentamos en algún momento. La mayoría de las situaciones que nos provocan cierta expectativa, duda o miedo pueden hacer que nos sintamos ansiosos. Podemos entender esto como una señal de alerta de nuestro cuerpo que tiene la función de protegernos de peligros inminentes y guiarnos en nuestras elecciones por lugares más conocidos y seguros.
Hablar en público, participar en una entrevista de trabajo, hacer un viaje o un examen, cambios muy grandes en la rutina y la estabilidad pueden hacer que estos sentimientos afloren con mayor intensidad. El tema principal es darse cuenta cuando estos sentimientos y sensaciones salen de la normalidad y empiezan a impactar e interferir en nuestra rutina de forma negativa.
¿Qué causa la ansiedad?
La línea entre la ansiedad normal y un trastorno de ansiedad es muy delgada y la causa de este trastorno no se comprende por completo. Pero científicamente se conocen los factores de riesgo de la ansiedad, que pueden ser ambientales, genéticos o provocados.
Un factor importante es el entorno: cuando tenemos una rutina muy ocupada, un trabajo muy estresante o muchas peleas y discusiones en casa, tenemos más probabilidades de desarrollar ansiedad.
En cuanto a los factores provocados, podemos incluir traumatismos, rupturas o cambios muy repentinos, en los que la persona no podía prepararse para lo que sucedería.
¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad?
Todos hemos experimentado síntomas de ansiedad en algún momento de nuestras vidas, pero eso no significa necesariamente que tengamos una condición clínica de ansiedad. Es muy importante comprender el momento y el contexto de los sentimientos que estamos teniendo.
Es posible observar los síntomas de la ansiedad en dos niveles: físico y emocional. Estos son los diez síntomas principales en cada uno de estos niveles:
10 síntomas físicos de la ansiedad:
- Corazón acelerado;
- Sensación de falta de aire;
- Temblores
- Sudor excesivo;
- Escalofríos;
- Boca seca y náuseas;
- Malestar abdominal (algunas personas lo describen como una pesadez en el pecho)
- sensación de asfixia;
- Cambios en el sueño y el apetito;
- Diarrea.
- 10 síntomas emocionales de la ansiedad:
- Inquietud;
- Alta tensión y preocupación;
- miedos irracionales;
- Sensación de peligro inminente;
- pensamientos obsesivos;
- perfeccionismo;
- Angustia extrema al pensar en el futuro;
- Irritabilidad;
- Sentirse fuera de control y desequilibrio;
- Sentirse desconectado o solo.
Pero, ¿la ansiedad tiene cura?
La psicóloga Marcella Sicala, de Terapize – Therapy Online, dice que: “La ansiedad es una emoción natural en todo ser humano, por lo que no podemos 'deshacernos' de ella, por más incómoda que sea. Evitar la ansiedad no hace que desaparezca, todo lo contrario.
Cuando te enfrentas a una situación que te provoca ansiedad, aunque sea de baja intensidad, puedes acabar poniéndote a prueba, puedes pensar que la situación es insoluble o que no eres capaz de afrontarla, pero eso no es todo. . No son necesariamente pensamientos verdaderos”.
Aunque la ansiedad no tiene cura, hay muchas cosas que se pueden hacer para llevarla a un nivel saludable y permitirnos vivir mejor. La psicóloga Marcella también nos recuerda: “Poco a poco te das cuenta de que puedes manejarlo y la situación no es tan mala como imaginabas, es decir, respondes funcionalmente al pensamiento disfuncional. A veces, el exceso de preocupación hace que la ansiedad ocupe poco a poco más espacio dentro de nosotros.
Naturalmente, esta intensidad hace que el sujeto, llevado por la angustia, se enfrente a las incertidumbres, anticipando un futuro que aún no existe. Créame: ¡traer los pensamientos de vuelta a la realidad hace toda la diferencia para romper este ciclo! ¡Entender que no eres frágil y que no todos tus miedos son reales es liberador!”
8 consejos para lidiar con la ansiedad:
- En un momento de ansiedad o crisis más intensa, ¡controla tu respiración! Practicar la respiración diafragmática y sentir/notar el aire que entra y sale del cuerpo puede ayudar a reducir la velocidad;
- Durante la crisis, evita las redes sociales, ya que pueden empeorar la sensación de ansiedad, bombardeándote con demasiada información al mismo tiempo;
- Cuestiona tus pensamientos y no te los creas todos. Entiende que son solo pensamientos y déjalos pasar;
- Mueve el cuerpo, cambiando el enfoque de los pensamientos a la parte física;
- Las actividades físicas son fuertes aliadas en el control de la ansiedad, pues durante las actividades el cerebro produce y libera químicos que ayudan en la sensación de bienestar y control de la ansiedad;
- Hablar con alguien, compartir lo que sientes y no guardarte todo para ti también puede hacer mucho bien;
- Meditar y buscar pasatiempos o actividades que proporcionen relajación y bienestar;
- Hacer psicoterapia, porque tener un profesional que te acompañe y te ayude a encontrar herramientas para lidiar con los desencadenantes es fundamental.
Como nos orienta la psicóloga Marcella, de Terapize: “La propuesta es que puedas reestructurar más tus pensamientos amenazantes y actuar más, ¡aunque tengas miedo! ¡Cambio de pensamiento + cambio de comportamiento rompen el ciclo ansioso! Es un proceso, ¡así que empieza! ¡Recuerde que es posible vivir bien y sentir ansiedad al mismo tiempo! La ansiedad saludable protege, ¡pero en exceso te limita la vida!”.
Es importante decir que todos podemos pasar por la ansiedad y el estrés en algún momento de la vida, por lo que debemos ser conscientes de lo que sentimos, buscando siempre nuestro bienestar y nuestra calidad de vida.
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Pedir ayuda puede ser un paso importante para lidiar con la ansiedad. En Terapize encontrarás varios profesionales de la psicología para ayudarte en esta búsqueda, para que puedas invertir en tu proceso de autocuidado.
