Las oleadas de protestas se han multiplicado en varias naciones, con el pueblo exigiendo la no suspensión de los derechos adquiridos, la valorización de la cultura local y la aceptación mundial de las características de cada población.
Parece un gran combate de lucha libre para ver quién lleva la delantera.
Mientras tanto, las personas están pasando por readaptaciones en su vida profesional, lidiando con muchas innovaciones, que se establecen en su entorno de trabajo. La legislación está experimentando profundos cambios y la relación entre empresa y profesional se está reinventando.
Pero, ¿cómo no perderse en este huracán? ¿Cómo mantenerse al día con los cambios de esta segunda década del siglo XXI?
Los viejos lazos se van desvaneciendo lentamente... Ese sentimiento de estabilidad se encamina hacia la extinción... El ser humano está buscando nuevas formas de generar dinero para mantenerse... Necesita afrontar otras formas de contrato, de proyectos, de generación de ingresos. ..
La llegada de la inteligencia artificial, que muchos pensaban que solo estaba presente en las películas de ciencia ficción, está dominando el escenario actual, junto con los teléfonos inteligentes y las computadoras de alta gama. Las entregas se pueden realizar con dron, incluso en zonas de difícil acceso, así como maravillosas fotos, aéreas, sobre el mar, en acantilados, etc. Puertos que funcionan sin fuerza humana, supermercados para llevar, cuando el sensor registra la compra y la descuenta de una cuenta bancaria registrada, un banco que tiene muchas posibilidades de ser virtual. Vehículos sin conductor, que circulan por carriles eléctricos, que se autocargan mientras circulan por los carriles diseñados para el “fenómeno”.
Es la llamada “Era del Conocimiento”, en la que las personas deben dejar tareas pesadas a las máquinas para dedicarse a ocupaciones donde se necesita capacidad intelectual. El trabajo denominado home based, es decir, realizado en casa, se convierte en el principal, evitando grandes desplazamientos y, en consecuencia, pérdidas de tiempo y despilfarro de recursos económicos, que cada día son más escasos. Funciones que uno nunca se atrevería a realizar a distancia se vuelven muy comunes.
Muchas de estas cosas nos molestan, como el algoritmo, y ese mismo tema que alguien comenta en algún momento del día, que aparece en la web justo después del inicio de una búsqueda que se inicia. ¿Hasta qué punto somos observados en nuestra vida diaria?
Con tantos cambios, tenemos que aprender y también adaptarnos, transformarnos, acostumbrarnos a las nuevas circunstancias, leer más, estudiar más, ser más curiosos, mantener la mente abierta, sin mostrar resistencia, aunque los desafíos parezcan insuperables, incluso eso son dolorosas, aunque traigan sensaciones de desplazamiento en el tiempo vivido, nunca dejan de aprender, adaptándose a la nueva realidad, buscando sabiduría para absorber todo lo que aparece nuevamente, los rostros recientes del mundo en que vivimos.
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Las personas tienden a vivir más, producir más años, necesitan cuidarse más, divertirse más, consumir más, relacionarse aún más con un mundo donde la diversidad es enorme, ya no pueden darse el lujo de detenerse en el tiempo. Correcto. La calidad de vida es una prioridad. No se puede abandonar a la mitad…
La propiedad de los vehículos pasa a las grandes empresas, así como las preocupaciones y gastos con los seguros, el mantenimiento, dejándoselo a los que son especialistas. Los desplazamientos físicos empiezan a tomar caminos alternativos, con la valorización de las bicicletas y sus carriles correspondientes, así como los patinetes eléctricos de alquiler, y ya llegan los coches que se alquilan vía código QR. Estas industrias productoras y/o ensambladoras de vehículos también aplicarán nuevos proyectos para avanzar.
Y los humanos debemos seguir adelante, sin miedo a nada, absolutamente a nada...
