Pocas personas saben cómo se forma el ciclo menstrual, pero créanme: comprender las etapas de la menstruación puede eliminar numerosas preguntas que suelen causar estos períodos de la vida de una mujer. Directamente, el ciclo menstrual consta de tres partes: la fase folicular, la fase proliferativa y la fase lútea. Sin embargo, existen algunas divisiones que separan el ciclo en cuatro fases, en la que la última es la fase secretora, y también las que unen la fase lútea con la fase secretora.
Hoy te explicaremos qué es la fase lútea, que consiste en la última fase del ciclo menstrual o la segunda mitad del ciclo. Esta es la etapa donde los ovarios producen progesterona y el útero se prepara para un posible embarazo.
Como estas fases de una mujer influyen en gran medida en la producción de hormonas, cada una tiene un efecto psicológico significativo y puede afectar el estado de ánimo y la salud mental durante los picos en la producción de hormonas. ¡Sigue leyendo el artículo y comprende la importancia y la funcionalidad de la fase lútea!
¿Cuándo comienza la fase lútea?
La fase lútea comienza después del período de ovulación y tiene una duración de unos 11 a 16 días -todo depende del cuerpo de la mujer- y finaliza unos días antes del inicio de la menstruación. En esta fase, nada más liberarse el óvulo, un folículo que se ha roto se cierra formando una estructura denominada cuerpo lúteo, que se encarga de producir grandes cantidades de progesterona. Pero cuando ocurre la fertilización, la progesterona en el cuerpo lúteo es lo que apoya el comienzo del embarazo.
Si se fertiliza un óvulo, la progesterona del cuerpo lúteo apoya un embarazo
Este cambio hormonal se denomina PMS (Premenstrual Tension), ya que numerosos síntomas físicos y emocionales comienzan a aparecer en el período previo a la menstruación.
¿Cuáles son los síntomas de la fase lútea?
Los síntomas de la fase lútea están asociados con los síntomas del síndrome premenstrual, como cambios de humor, brotes de acné, hinchazón, sensibilidad y dolor en los senos, cambios en el apetito, etc. Tales síntomas son extremadamente comunes debido a los cambios hormonales. Suelen desaparecer con el inicio de la menstruación.
¿Cuál es la función de la fase lútea?
La fase lútea puede ser un momento extremadamente incómodo para la mujer, pero aún con todo el cambio hormonal que ocurre durante ella, debido a los altos niveles de progesterona, es la fase donde se fija la etapa inicial del embarazo.
Cuando la fase lútea de una mujer es inferior a 11 días, significa que su cuerpo no puede producir la cantidad necesaria de progesterona, lo que puede representar una gran dificultad para quedar embarazada. En las mujeres que tienen una fase lútea que supera los 16 días, los niveles de progesterona impiden la menstruación.
¿Cuál es la probabilidad de quedar embarazada en la fase lútea?
Como la fase lútea es la última fase del ciclo menstrual, el nivel de progesterona aumenta y le indica al cuerpo de la mujer que los ovarios ya no deberían liberar óvulos. Como resultado, el moco cervical se seca y evita que los espermatozoides lleguen al útero. Después de un acto sexual, un óvulo que ha sido fertilizado puede tardar hasta seis días en llegar al útero; si por casualidad se implanta en el endometrio, el nivel de HCG aumentará (es posible seguir los cambios a través de pruebas de farmacia). Por estas razones, las posibilidades de quedar embarazada durante la fase lútea son muy bajas, ya que ya no hay liberación de óvulos.
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La fase lútea y la psicología de la mujer
El ciclo menstrual es en sí mismo un período que sacude a la mujer, tanto emocional como físicamente. La fase lútea, como se mencionó anteriormente, provoca algunos síntomas físicos y también afecta la salud mental de manera negativa. Es común durante esta fase que una mujer se sienta extremadamente sensible, incómoda, irritable e incluso apática. Los sentimientos extremos son extremadamente comunes, como las rabietas o el llanto, por ejemplo.
Por mucho que toda mujer sepa que estos períodos existen, no siempre es fácil lidiar con los cambios hormonales. Siempre es recomendable consultar a un médico especialista para controlar tanto el uso de anticonceptivos como el estado de ánimo durante estas fases.
