¿Por qué es tan importante el tacto?

    Quizás este no sea un tema del que se hable mucho en la vida cotidiana, con nuestra familia y amigos. Pero, aunque se hable poco, se siente intensamente, de manera muy expresiva, por nosotros los seres humanos. El contacto físico es mucho más importante de lo que probablemente te das cuenta.

    El contacto físico entre humanos puede ayudar a aliviar el estrés, curar enfermedades, disminuir los niveles de ansiedad, agresión e impulsividad, entre muchas otras cosas. Y no creas que esta es una nueva teoría. Por el contrario, el tacto utilizado como forma de terapia y relajación es una costumbre milenaria.



    El masaje sueco (masaje terapéutico), por ejemplo, es conocido por aliviar la tensión muscular, eliminar las células muertas de la piel y brindar una sensación de relajación y bienestar. Esta técnica se suele aplicar con aceite o cremas, mientras el paciente se encuentra tumbado en una camilla de masaje, o en un sillón diseñado para esta labor.

    La osteopatía también busca, a través del masaje (pero aplicado con otros métodos) beneficiar al cuerpo humano, con foco en el ajuste de las articulaciones del cuerpo. Otra técnica también conocida es la quiropráctica, que tiene como objetivo alinear todas las vértebras de la columna mediante un masaje.

    Existen muchas otras técnicas de masaje que también ayudan al cuerpo a lograr bienestar y calidad física y mental, sin embargo, existen otros estilos de toque humano que pueden ser aún más beneficiosos para todos. 

    No solo deben estar en sintonía para que podamos funcionar, sino que cada uno de ellos también debe estar en lo correcto para lograr el equilibrio dentro de nosotros. Si alguno de ellos es “infeliz”, también nos sentiremos incompletos.

    Una gran manera de alinear estos tres pilares que sustentan nuestra existencia es con el toque humano. Pero, no el toque de masajes u otras técnicas. En este caso, necesitamos el contacto que genera cariño, como los abrazos, por ejemplo.



    El cerebro humano responde efectivamente al contacto físico. Por ejemplo, si te encuentras en una situación que consideras peligrosa, tu cerebro desencadena reacciones nerviosas que te harán sentir miedo.

    Sin embargo, si inmediatamente sientes el contacto de alguien que amas -si alguien te abraza o toma tu mano, por ejemplo- tu miedo disminuirá, y esto ya es un hecho científicamente probado por varios estudios. Uno de los primeros fue realizado en la Universidad de Virginia, en Estados Unidos, por un equipo de neurocientíficos y psicólogos de allí.

    ¿Por qué es tan importante el tacto?

    Según este estudio, el contacto físico disminuye los niveles de cortisol, hormona responsable del estrés, el miedo, el dolor físico, e incluso ayuda a mejorar la salud del sistema inmunológico. También aumenta la producción de dopamina y serotonina, neurotransmisores encargados de liberar hormonas que influyen en la felicidad. Además de aumentar los niveles de oxitocina, la famosa hormona del amor.

    Un toque de cariño, como un abrazo, una caricia, besos y tantos otros, solo son buenos para el ser humano. Por cierto, ¡muy bien! Es tan cierto que las personas que sufrieron la ausencia de afecto en la infancia, o en otros momentos de la vida, pueden padecer graves patologías psicológicas, que pueden transformarse o confluir con otras enfermedades físicas.

    Por eso, hoy en día, la clase científica reconoce al tacto como algo beneficioso, importante e indispensable para el mantenimiento y mejoramiento constante de la salud humana - salud física, mental y emocional.

    Por lo tanto, es posible concluir que el tacto hace que las personas sean más sanas y felices, lo que incluso puede influir en el futuro de la sociedad. Así que no tengas miedo, ¡juega! Abraza a las personas que amas, saluda a los demás, sé cortés y observa cómo mejora el mundo.



    Escrito por Giovanna Frugis del equipo Eu Sem Fronteiras

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