¡No sé qué hacer! ¡Esta todo bien!

    Muchas personas llegan a una etapa de la vida y se preguntan cuál es realmente su misión. Trabajaron toda su vida, ganaron sus salarios, conquistaron algunos bienes, viajaron, conocieron personas especiales, casadas o no, entre muchas otras cosas. Pero incluso con todos estos logros, todavía falta algo. De repente, esa voz llega y pregunta: ¿A qué viniste a este mundo? ¿Por qué haces lo que haces? ¿Eso realmente te hace feliz? 

    Y con tantas preguntas, muchas personas salen de este “modo hipnótico” y comienzan a reflexionar y percibirse de una manera más intensa. Y es por eso que hay cambios de abogados a arquitectos, ingenieros a entrenadores, grandes ejecutivos que cambian por completo su vida, entre muchos otros casos. Hay una inversión de valores. Como decía en el post anterior, somos inducidos a ciertas creencias desde pequeños, impuestas por la familia y la sociedad y, cuando nos damos cuenta de esto, algo más grande dentro de nosotros se hace cargo y dice: ¡Por todo!



    ¡No sé qué hacer! ¡Esta todo bien!

    Y puedes descubrir tu misión de vida a un chasquido de tus dedos o simplemente saber que lo que has vivido hasta ahora no es lo que quieres vivir de ahora en adelante. Hay dos oraciones que tienen perfecto sentido para mí. “La ignorancia es felicidad”, porque cuando estás dormido en un ritmo hipnótico, vas con la corriente y “dejas que la vida te lleve”, sin asumir la responsabilidad de tu vida y buscando culpas todo el tiempo por tus fallas. Y la otra frase es: “La expansión duele”, porque cuando nos damos cuenta de que necesitamos cambiar, y eso significa salir de nuestra zona de confort, duele. Y duele mucho saber que todo lo que una vez creíste ya no tiene sentido hoy. Y es por eso que escuchamos tanto sobre el propósito de la vida. La mejor definición de Propósito de Vida que he leído es cuando "Ser" y "Hacer" se vuelven uno. Tú eres lo qué haces. Y “sirves” a las personas con amor, con tu propósito, con lo que viniste a compartir con el mundo y hacerlo un lugar mejor. ¡Eso es lo mejor!



    Si ya vives el propósito de tu vida, sigue adelante. Ayúdanos a ser mejores personas con tu “servicio”. 

    Ahora, si todavía no vives el propósito de tu vida, ¡ESTÁ BIEN! Sigue dando lo mejor de ti en todo. Preste atención a las situaciones que se repiten en su vida y retome el aprendizaje rápidamente. Todo lo que estás viviendo ahora es para despertar el gigante que hay en ti. “Orad y velad”, ¡y seguid nadando! ¡No rendirse nunca!



    Añade un comentario de ¡No sé qué hacer! ¡Esta todo bien!
    ¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.