"Si no quieres conocer la naturaleza del miedo, nunca te desharás de él". –Deepak Chopra
Toda esta incertidumbre relacionada con la situación que estamos viviendo está dando mucho miedo a la gente.
La razón que me lleva a escribir otro texto sobre este tema es que, como dice la frase anterior, cuanto más lo entendamos, mayores serán las posibilidades de dejar que controle nuestras vidas.
No sirve de nada tratar de ignorarlo o "hacerlo con miedo". También es importante recordar que cuando reprimimos las emociones negativas, no hay filtro del alma: acabamos reprimiendo también las positivas, nos endurecemos. Por ejemplo: muchas veces por miedo acabamos aboliendo la afectividad, que acaba convirtiéndose en indiferencia. Es una bola de nieve.
comprendiendo el miedo
Según la antroposofía, el miedo surge de la mentira. Explicando mejor: el miedo surge porque creemos que somos el cuerpo físico, y queremos preservarlo. Esta identificación con el cuerpo y con la herencia nos hace olvidar otra verdad: la
que tenemos nuestra propia herencia, de nuestro Yo, que viene de otras vidas y que, por lo tanto, no somos esclavos de la herencia que viene de la consanguinidad.
Deepak Chopra dice lo mismo de otra manera, en la meditación Esperanza en tiempos inciertos: “El miedo no está relacionado con eventos externos, sino con la duda, que surge de estar desconectado de tu verdadero ser”.
El miedo es el padre de otras malas emociones: debajo de la ira está el miedo, debajo de la incertidumbre, la inseguridad.
viendo el miedo
También necesitamos aprender a distinguir qué es el miedo o qué es la intuición advirtiéndonos que algo no está bien o al menos no está bien por ahora. Este proceso es individual para cada uno, pero cuanto más fortalezcamos nuestra relación con nuestra esencia, más fácil será identificarnos.
Por ahora, una pregunta que hago es: "Aunque el miedo está en el fondo, cuando pienso en él, ¿mi corazón se expande o se contrae?"
Otra cosa de la que debemos ser conscientes es si nuestros miedos están disfrazados de objetivos. Yo, por ejemplo, me di cuenta de que mi sed de independencia no venía de una motivación noble, como servir, por ejemplo, sino del miedo al mañana, de la incertidumbre o de querer controlar los resultados futuros.
Para eso, siempre es la vieja pregunta: "¿Estoy motivado por el amor o el miedo?"
Cuando somos conscientes, también comenzamos a notar cómo se utiliza el miedo para que tomemos decisiones: ¿qué es la compra de un seguro, por ejemplo, sino una decisión basada en el miedo? ¿O qué pasa con el marketing del miedo que se usa hoy en día? “Compra esto porque se está acabando”, “Esta oferta solo es válida por otras 24 horas”. Eso sí, ni hablar de los boletines sobre el Covid todo el día que solo incitan al miedo y no presentan visiones de cómo vamos a afrontar la vida que se presenta de ahora en adelante.
Aquí viene algo interesante: Deepak Chopra (nunca olvides que es médico) explica la diferencia entre placebo y nocebo: el primero significa “debo complacer”, y el segundo “debo desagradar”. Nocebo es cualquier cosa que genera miedo intenso, haciendo que el cuerpo libere malas hormonas. Ahora imagina lo que te está haciendo todo ese miedo: es el mismo efecto que cuando alguien te hace vudú, haciéndote creer que vas a morir.
Piensa en nuestras emociones como un vaso: cuanto más nos alimentemos del miedo que hay ahí fuera, menos espacio habrá para el amor. Joe Dispenza lo expresa de esta manera: "Puedes tener tantos pensamientos positivos como quieras, pero si sientes miedo, ese pensamiento nunca llegará de tu cerebro a tu cuerpo porque no está alineado con su estado emocional".
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¡Así que aliméntate del amor! No te sientes frente al televisor o al celular para dejarte dominar por el miedo. Haz elecciones conscientes. Yo mismo me he estado negando a comprar cosas de personas que usan estrategias de marketing basadas en el miedo, y tengo cuidado de no usarlas tampoco. Intenta imbuirte de pensamientos de amor (placebo), de cosas que te hagan sentir vivo. Esto, por supuesto, no significa hacer la vista gorda ante el sufrimiento del mundo, pero ese es un tema para otro artículo.
Termino con una cita de Marianne Williamson: “Nuestro mayor temor no es que seamos incapaces. Nuestro mayor miedo es descubrir que somos mucho más poderosos de lo que pensamos. Es nuestra luz y no nuestra oscuridad lo que más nos asusta”.
