La actividad cerebral cambia con las estaciones

Verano, otoño, invierno y primavera son los cuatro estaciones del año En todo el mundo. Aunque en algunos países no están tan bien definidos, según el clima de la región, es común que las personas se sientan diferente durante cada uno de estos períodos. Un ejemplo de esto es que, cuando hace frío, nos apetece más quedarnos en casa, bajo las sábanas. Cuando hace calor, viajar es la primera opción para quienes no tienen una playa cerca de donde viven.

Además de estas sensaciones que son comunes a muchas personas, un estudio realizado en Bélgica, por la Universidad de Lieja, demostró que la actividad cerebral cambia con cada estación, utilizando diferentes recursos y herramientas, aunque sea para desarrollar la misma actividad.



La actividad cerebral cambia con las estaciones

El estudio evaluó a 28 personas durante las cuatro estaciones. En cada temporada, los voluntarios pasaban aproximadamente cinco días encerrados en un laboratorio sin ningún contacto externo para que pudieran observarse dos situaciones diferentes: una tarea en la que se requería una atención extrema y otra en la que se trabajaba la memoria.

Sin este contacto externo, además de no tener distracciones de la vida cotidiana, no podrían predecir cómo estará el clima afuera. Podía estar lloviendo o soleado: lo único que sabían era qué estación era. El cuerpo, que tiene un reloj biológico, también tiene esta percepción.

Al final de la prueba, los científicos notaron que el costo neural se comportaba de manera diferente en las cuatro fases. Las tareas de atención se desempeñaron mejor en el verano. Durante el invierno, la capacidad para resolver esta misma tarea fue significativamente menor.

La actividad cerebral cambia con las estaciones

La prueba de memoria se desarrolló mejor en otoño y en primavera mostró un fuerte descenso.

Como conclusión de esta prueba se interpretó que existe una diferencia en la realización de actividades similares realizadas en diferentes épocas del año. El cerebro está más activo durante el verano, cuando hace calor, mientras que se vuelve más disperso en el invierno. Es importante señalar que el clima de Bélgica, donde se realizó el estudio, no es el mismo que el de España. Aquí las estaciones no están bien definidas, pero en un solo día es posible contar con mucha variación de temperatura.



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¿Eso afectaría el resultado de la prueba?

La actividad cerebral cambia con las estaciones

Aunque el estudio ha proporcionado evidencia de que la actividad cerebral cambia según las estaciones, no es posible decir qué causa este cambio. No se sabe si está motivado por un factor biológico o emocional, por ejemplo.

Esta duda no existe en el análisis de las tasas de depresión y suicidio en países de clima frío. La llegada del invierno hace que el sol aparezca cada vez menos a lo largo de los días. En algunas partes del mundo, este período está marcado por la nieve y la oscuridad.

Con la falta de iluminación natural, el cuerpo libera menos melatonina, una hormona que normalmente se libera por la noche y se inhibe durante el día. La somnolencia, el cansancio e incluso la depresión son consecuencias de esta diferencia en el funcionamiento del organismo. Además, la falta de vitamina D, que proviene del sol, dificulta la liberación de hormonas que combaten el sentimiento de tristeza.



Por otro lado, demasiada luz solar durante el verano también hace que las personas se sientan menos motivadas y felices. Para este fenómeno, aún no han encontrado una explicación biológica. Aún así, la fototerapia se utiliza como una forma de reducir la tristeza de las personas ansiosas por que el invierno llegue a su fin.

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