Freud explica las defensas del ego

¿Alguna vez has oído hablar de las defensas del ego? Este tema del psicoanálisis es parte de los estudios de Freud que presagian una reacción del psíquico humano para proteger el yo.

Para una mejor comprensión, el ego es considerado tanto por la filosofía como por el psicoanálisis como un mecanismo del cerebro que media el plano del inconsciente y el consciente. El ego también es responsable de tratar de proteger tu personalidad, permitiendo o no que ciertas ideas y comportamientos funcionen.


Lo que se considera ego se cuida a sí mismo de acuerdo a las normas, valores y experiencias externas que conforman su realidad.


Mecanismos de defensa

Para proteger la integridad de su funcionamiento y pensamiento, el ego trabaja con el “juicio” de diferentes circunstancias y responde de diferentes maneras a la información que rodea nuestros pensamientos.

Todos ejercitamos los mecanismos de defensa del ego, aunque sea inconscientemente. Son parte de un proceso natural y necesario para mantener nuestra mente integrada y saludable.

Tal procedimiento funciona como bloques y equilibrios para que las enseñanzas se vuelvan armónicas y no confundan sus valores.

Freud explica las defensas del ego

Para aclarar cuáles son las defensas del yo, veamos algunas de las clasificaciones que aparecen en los estudios del creador del psicoanálisis, Sigmund Freud:

Formación reactiva:

Intentas disfrazar tus verdaderos deseos. Ya sea con palabras de afirmación o con actitudes contrarias a su voluntad, el individuo tiende a negar lo que realmente quiere como forma de defenderse de las consecuencias conocidas o temidas, ya sea por presiones sociales o traumas personales.

Por ejemplo: una persona que instintivamente quiere tener relaciones sexuales incluso a una edad temprana y luego se priva por vergüenza o encarcelamiento en las normas sociales.



Compensación:

Para complacerse a sí mismo ya los demás, el individuo busca compensar, en otras actividades, la falta de éxito en alguna tarea anterior. Es como un mecanismo de autoafirmación para el bienestar de la mente.

Por ejemplo: Un profesional de una gran empresa no alcanza ciertas metas en el proyecto en el que participa, por lo que hace de las demás tareas asignadas un motivo de protagonismo dentro del ambiente laboral para no perder credibilidad.

Negación:

El individuo niega cualquier situación que en realidad sea muy incómoda en su interior. Se niega y no reconoce los sentimientos que proporciona.

Por ejemplo: alguien que ante la muerte de un ser querido insiste en decir que está bien y que todo pasará.

Sublimación:

Similar a la compensación, la sublimación funciona como una forma alternativa de permitir ciertas actitudes al ego. Cuando algo no es “aprobado” por él, pronto se pondrá como prioridad otra actividad para que los esfuerzos sean redirigidos.

Por ejemplo: Si para alguien repetir el plato de la cena por segunda vez es una actitud absurda a pesar de su voluntad, el ego puede guiarlo para que pronto trate de distraerse lavando los platos o haciendo otros deberes.

Introyección:

La introyección puede entenderse como la situación en la que la “opinión” de alguien se toma como verdad. Es decir, los valores externos de otro individuo actúan como guía para su comportamiento. Ya sea por la gran presencia de esta persona en tu vida, la admiración que le tienes o la simple inseguridad.

Por ejemplo: una persona que tiene en cuenta todas las críticas que escucha, ya sean constructivas o no.



Identificación:

Muy similar a la introyección, la persona comienza a actuar como otras personas a las que admira, no solo en sus valores sino también en las actitudes de la misma conducta.

Por ejemplo: amigos que comienzan a copiarse en la forma de vestir, hablar, comportarse.

Regresión:

Funciona como un intento de volver al estado anterior en el que no había sufrimiento. El cuerpo busca elementos que le hagan sentir en alguna circunstancia anterior más cómoda que la actual.

Por ejemplo: una madre que pierde a su hijo pequeño pero sigue manejando sus juguetes y revive los pocos momentos que tuvo con él.

Racionalización:

En un intento de justificar el dolor, el individuo busca razones lógicas para lo que está pasando.
Por ejemplo: alguien que no alcanza una meta y dice: "Ni siquiera quería tanto".

aislamiento:

Es el intento literal de escapar del problema. La persona comienza a distanciarse de todo lo que recuerda y envuelve el malestar y no se permite pensar en lo sucedido.

Por ejemplo: alguien que comete una traición en la relación y se oculta el problema a sí mismo, no permitiéndose hablar de ello ni siquiera con su amigo más cercano.

Proyección

Funciona como una proyección literal del problema sobre otros puntos o personas, transfiriendo la culpa. Lo que te disgusta es, de alguna manera, pasado a alguien que parece lidiar mejor con lo que pasó.

Por ejemplo: Alguien que pelea con sus padres y dice: "Solo reaccioné así porque nunca me criaron bien, así aprendí".


En la práctica

Todos y cada uno de los seres humanos ponen en práctica los mecanismos de defensa del ego. El objetivo principal de tales respuestas es deshacerse de la angustia y tratar de consolar el cuerpo y la mente.


Las defensas del ego son muy beneficiosas para el hombre en determinadas situaciones, pueden aligerar los problemas y aliviar el sufrimiento. Sin embargo, la exageración de su uso también puede tener muy malas consecuencias.

Quien abusa de estas defensas empieza a negar cualquier error o dificultad y los efectos van desde la falta de conocimiento personal hasta la extrema debilidad ante situaciones difíciles, al fin y al cabo, quien lo hace está “huyendo” de todas ellas.

Es importante conocerte a ti mismo y entender cómo tus respuestas naturales te están ayudando, estando siempre atento a las situaciones y armonizando coraje para enfrentar lo que necesitas de formas que hagan más llevadero el dolor.

  • Escrito por Julia Zayas de Team Me Without Borders.
Añade un comentario de Freud explica las defensas del ego
¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.