el silencio es la respuesta

    Hay una gran enseñanza oriental que nos dice que el silencio es todo lo que necesitamos para resolver nuestras dudas existenciales.

    La respuesta está en ello, por lo que las técnicas orientales nos estimulan y nos enseñan a meditar y aquietar nuestros pensamientos en busca de una serenidad que nos permita encontrar soluciones y aclarar nuestros caminos.

    En teoría, todo es muy fácil, pero ¿alguna vez has tratado de estar absolutamente en silencio, tratando de mantener tu mente clara y libre de cualquier cosa que pueda sacarte de ese estado?



    El silencio no es algo que consigamos de la noche a la mañana, porque va mucho más allá de sentarnos y aquietar nuestros pensamientos. Es un proceso que, poco a poco, te va haciendo entrar en contacto, porque estar en completo silencio nos hace entrar en contacto con nosotros mismos, con lo que realmente somos y con lo que estamos viviendo en el momento.

    El silencio nos pone cara a cara con lo que tratamos de hacer ruido para olvidar. Y eso a menudo puede ser doloroso, difícil y aterrador.

    el silencio es la respuesta

    Durante tu día, trata de crear momentos de silencio en tu entorno. Para ello es necesario no solo silenciar los ruidos externos, sino también aquellos que generan ruidos internos, como los generados por un celular, una computadora o cualquier otra cosa que aparentemente no tiene sonido, pero que genera un gran movimiento mental. Después de silenciar todo tipo de ruidos, solo observa y no intentes controlar cualquier acción que tu mente quiera tomar. Déjala libre.

    Y entonces, Reserva un tiempo diario para hacer este ejercicio.. Cada día, evolucionarás un poco.

    Primero observa, luego trata de calmarte enfocándote en algo que te genere tranquilidad mental, como observar tu respiración fluir o fijar tu mirada en algún objeto, y analiza tus percepciones después de estos momentos.



    Gradualmente notarás que el las respuestas realmente están ahí, lo cual es suficiente para aquietar el torbellino de información que recibimos a diario para captar soluciones.

    Y esta higiene mental, si se hace a diario, nos hace tener equilibrio en nuestros intercambios cotidianos, en lo que hablamos durante el día, y nos hace más sensibles a la hora de expresarnos, diciendo sólo lo necesario y poniéndonos en una posición de observador y oyente. Créanme: esta posición, si está bien dirigida, nos da muchas señales y puntos de vista que resolverán nuestros problemas. De esta forma somos capaces de encontrar soluciones y encontrar respuestas que siempre acabamos mirando fuera o preguntando a los demás.



    Añade un comentario de el silencio es la respuesta
    ¡Comentario enviado con éxito! Lo revisaremos en las próximas horas.