Comencemos por entender la palabra "felicidad"? Para el escritor Deepak Chopra, la felicidad siempre tiene un motivo externo. El concepto de felicidad está ligado a otros dos conceptos: el dolor y el placer.
La alegría, por otro lado, viene de adentro, independientemente de lo que suceda a tu alrededor. Chopra lo llama la “ligereza del ser”.
Parece un poco utópico pensar que puedes ser feliz independientemente de tu entorno, pero ¿alguna vez has notado cómo algunas personas permanecen en ese estado de gracia inquebrantable incluso si el mundo se está acabando?
Tengo un amigo que, en los momentos más difíciles de mi vida, solía decir: “todo va a estar bien”. Viniendo de su boca, sentí que no era una oración que se estaba diciendo solo para terminar la conversación: simplemente me estaba recordando que sí, no importa lo que pase en nuestra vida, la mayoría de las veces está bien.
Puedes llamarlo fe, optimismo (particularmente creo que esas dos palabras están muy conectadas con el sentimiento de alegría), o simplemente puedes tomar una hoja de papel y hacer una tabla de cuántas veces las cosas salieron mal de una manera en la que no lo hiciste. No superé, no gané ni aprendí nada, y cuántas veces todo estuvo bien.
Jesucristo habló de “la paz que sobrepasa todo pensamiento”. A esto se refería: un sentimiento que supera cualquier limitación impuesta por la mente o por los acontecimientos; "la paz del Yo".
En la alegría hay una aceptación de lo que es, independientemente de lo que esté sucediendo, independientemente de lo planeado o deseado. Y creo que es de esa aceptación que surge este estado inquebrantable de paz interior del que hablé anteriormente.
La aceptación no es una pasividad. La aceptación es simplemente abrazar el presente, creer en el flujo y la sabiduría de que el Universo tiene un conocimiento del todo que nosotros no. Solo desde este lugar se puede ser proactivo. Lo aceptamos, nos abrimos a conectarnos con esta inteligencia y hacer algo desde allí.
La aceptación es no resistencia. Si lo piensas bien, en la resistencia no hay manera de sentirse feliz. Solo pensar en esa palabra hace que el cuerpo se contraiga. En la contracción, no hay forma de ser feliz. La alegría, la “paz del Ser”, llega con la expansión, con el fluir, con la apertura a la vida.
En otras palabras, la respuesta al título de este artículo es: la alegría, que es mayor felicidad, viene de dentro. De ti.
Dos ejercicios prácticos
Si quieres empezar a trabajar ese sentimiento dentro de ti, aquí tienes dos ejercicios.
1) El primero se utiliza en la Terapia Multidimensional como ejercicio de amor propio y autoaceptación. Para empezar a aceptar lo que es, tienes que empezar por aceptarte a ti mismo.
Consiste en decirte a ti mismo la siguiente frase: Me amo y me acepto como soy.
Simples así. Puedes decir frente al espejo. No importa si al principio no crees lo que estás diciendo, pero funcionará en tu subconsciente y comenzará a hacer la transformación.
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2) El otro ejercicio es comprobar, cuando te enfrentas a una decisión, cómo se está comportando tu cuerpo, qué te está mostrando. Cuando pienso en ello, ¿mi pecho se expande o se contrae?
Bien, esta va a ser una gran guía. Cuanto más escuches, más cerca estarás de encontrar la felicidad dentro de ti.
