Cualquiera que sea la razón, tenemos consejos para reducir las peleas y volver a encarrilar el tren.
El problema es: celos
Unos dicen que le da sabor a la relación, otros que es inseguridad... Lo cierto es que todas las parejas se han peleado por celos. Con velo o bien abiertos, ¿a qué hombre no le ha cabreado nunca el tamaño de la falda o del escote? ¿Qué mujer nunca quiso saber con quién estaba hablando su novio por teléfono?
Los celos no son más que inseguridad. Uno teme que el otro se vaya y trata de controlar la situación para evitar que la relación termine. Sin embargo, puede convertirse en una obsesión y poner todo en riesgo. Imagínate vivir bajo la desconfianza y vigilancia permanente de una persona celosa.
Una solucion
Una conversación puede ayudar. El celoso expone su miedo, el objetivo demuestra su amor, respeto y admiración por su pareja. Quien siente celos necesita trabajar su autoestima, buscando ayuda psicológica para saber por qué es inseguro. Ahora bien, si la situación desencadena amenazas y violencia, lo mejor es terminar la relación.
El problema: las amistades de la pareja
Ella piensa que sus amigos son tontos e irresponsables. Cree que sus amigos están celosos y quieren envenenar la relación. Involucrarse con las amistades de la pareja es un clásico de las peleas de pareja. En algunos casos, los amigos ven las citas/el matrimonio como una amenaza para la amistad. Pero en la mayoría de los casos es pura falta de buena voluntad.
Una solucion
Ustedes son una pareja, no gemelos unidos. Ambos tenían amigos antes de conocerse y deben conservarlos. No tiene nada de malo no caerle bien a uno u otro de los amigos de tu pareja, pero el respeto es clave. No declares la guerra cuando tu novio/esposo sale con amigos. No dejes de salir con tus amigos. Preservar la individualidad es uno de los secretos de las parejas felices.
El problema: la falta de atención
Suele ser una queja femenina. Algunas mujeres quieren compartir cada segundo con su pareja. Cuando quiere fútbol o videojuegos, es una pelea segura. Si el hombre no dice "te amo" cada cinco minutos o no envía flores, es un insensible.
Una solucion
¿La pareja realmente no está prestando atención? Las expresiones de amor pueden ser "trae una remera porque va a hacer frío", "te hice esta torta", "no olvides tu medicina" y similares. No creas que tu novio/esposo te deja por el fútbol en la televisión o los videojuegos, solo quiere tiempo para una actividad relajante, que ya disfrutaba antes de conocerte. Lee un libro, mira series, en definitiva, dedícate a tus hobbies, recuerda que sois pareja y no siameses.
El problema: la adicción al trabajo
¿Pone el trabajo por encima de todo? ¿Trabaja mientras almuerza y toma vacaciones en contra de su voluntad? Estas son características de un adicto al trabajo. El adicto al trabajo necesita encontrar una "brecha de horario" para su vida personal.
Una solucion
Los drogadictos tienen su salida en las drogas, los adictos al trabajo son lo mismo. El adicto al trabajo está molesto por algo y podría ser la relación. Necesitas poner tus cartas sobre la mesa, pero sin cargos. No tengas miedo de sugerir ayuda psicológica, demuestra que quieres lo mejor para tu pareja.
El problema: el dinero
Con él o sin él, el dinero suele dar lugar a discusiones e incluso separaciones. Terri Orbuch, psicóloga y profesora de la Universidad de Michigan (EE.UU.) confirmó la tesis en una investigación realizada en 2012 con 373 parejas en el primer año de matrimonio. Terri descubrió que el 49 % de los voluntarios que se divorciaron pelearon por mentiras sobre gastos personales.
Una solucion
La pareja necesita hablar de finanzas. Ambos deben decir cuánto ganan y compartir los gastos. Cuando uno gasta demasiado, puede ser falta de sentir que recibe atención. Abre el juego y di lo que te molesta. Puede solicitar la ayuda de un planificador financiero para organizar su vida financiera.
¿Las cosas no van bien entre usted y su pareja? Refresca tu cabeza y habla. Te estamos apoyando para que resuelvas tus conflictos. Cuando todo esté bien, cuéntanos qué hiciste para restaurar la armonía.
Texto escrito por Sumaia Santana del Equipo Eu Sem Fronteiras.
