Todos necesitamos ser libres, incluso en el amor.
El amor y el apego pueden ir de la mano, pero no son lo mismo. Las personas tergiversan la idea de lo que es la libertad en una relación y su importancia en la vida de todos los seres humanos.
Actualmente, la libertad ha sido banalizada en las relaciones. La gente dice que los que aman cuidan, pero en realidad controlan. Algunas personas todavía creen en la idea de que amar libremente es lo mismo que no preocuparse, y si te atreves a ser libre en una relación, es solo porque has abrazado el poliamor.
Vale la pena recordar que el poliamor no tiene nada de malo cuando ambas partes son conscientes de la relación abierta y están de acuerdo con sus condiciones. El amor libre es una gran opción para las personas a las que no les importa tener más de una relación y ni siquiera se sienten inseguras de que su pareja haga lo mismo.
El problema de esta confusión es otro, la gente no cree que la libertad entre en la monogamia, aunque sea fundamental en cualquier relación sana. Al fin y al cabo, esta historia de media naranja está desfasada, somos personas enteras dispuestas a caminar juntas.
Estar en pareja no significa privarte del mundo y mucho menos dejar de existir sin la persona que amas. El desapego debe existir para que el amor prevalezca sin controlar a la persona. Es muy importante señalar que el desapego es completamente diferente al desinterés, una persona desprendida es más independiente y segura de sí misma, mientras que una persona indiferente no le importa estar presente en la vida de su pareja.
Si bien el amor no es una elección, nuestras relaciones sí lo son. Somos seres libres y elegimos estar con los que amamos. Hay muchas personas que se aman en el mundo y eligen no estar juntas, amar a alguien no nos da derecho a que esa persona se quede en nuestras vidas.
Cuando obtienes un atuendo nuevo que es cómodo y bonito, lo usas, pero sabes que cualquiera puede encontrarlo en una tienda de segunda mano después de que ya no te quede bien. Si la idea de que tu ropa ya no te sirva te asusta, te has apegado a ella, y si aún después de deshacerte de la prenda no la aceptas, significa que te has vuelto dependiente.
Esto encaja perfectamente con la idea de amor y apego en las relaciones. Aunque apreciamos a la persona que amamos, hoy está a nuestro lado y no podemos depender de él porque no sabemos el mañana.
Amar es saber que el otro puede partir en cualquier momento y que ese es un riesgo que todos corremos, porque también podemos partir para otro algún día.
Disfrutar de la compañía de los que amas es genial, depender de ella para ser feliz es apego. No conviertas el placer en sufrimiento, ese es un atajo al dolor. En toda relación es fundamental saber estar solo, si no disfrutamos de nuestra propia compañía, utilizamos al otro como muleta emocional. La dependencia de los demás no es en modo alguno algo positivo, debemos ser felices con o sin gente alrededor.
Métete en la cabeza 3 cosas que son esenciales para que tu relación sea sana:
El amor no debe esperar nada a cambio.
Todo lo que hacemos por otras personas, lo hacemos por nosotros mismos. No esperes que el otro te trate de la misma manera que tú lo tratas. Hacer el bien nos hace bien y no requiere retribución. Si no te hace ningún bien, ¡detente ahora! Nadie te está pidiendo nada.
no eres dueño de nadie
Respetar la libertad de los demás es respetarte a ti mismo. No prives de ser libres a quienes te aman, destruir la libertad de quienes tienes a tu lado es destruir tu amor. Controlar no hará que poseas a la persona, solo la alejará de tu vida, creará inseguridad e insatisfacción y, quién sabe, incluso influirá en ella para que te mienta.
La dependencia no es amor.
No te vuelvas adicto a quien amas, no creas que puedes controlar a la persona. La posesión nace de la dependencia y puede destruir tu vida. Tener miedo de perder algo que no tienes es innecesario, aprovecha la oportunidad que tienes para hacer que la persona se quede sola en tu vida. ¡Es mucho más agradable!
“Dale a los que amas: alas para volar, raíces para volver y razones para quedarse”. (Dalai Lama)
El apego puede confundirte, porque en él reside el vampirismo emocional. Y dos vampiros nunca podrán amarse, chuparán la energía del amor hasta que no quede nada.
Amar al otro es aceptar tu libertad y querer tu bien por encima de todo. Si no dejas libres a los que amas, no respetas y tampoco eres libre.
Escrito por Juliane Rodrigues del equipo Eu Sem Fronteiras
