¿Religión o espiritualidad? Lo primero que debemos tener en cuenta antes de pensarlo es que los términos, las palabras, cambian de significado con el tiempo y según la cultura en la que vives. La palabra religión proviene de la palabra latina religare, que significa volver a conectar con lo divino. Sin embargo, con el tiempo, las religiones se convirtieron en instituciones con sus propias reglas y funcionan hoy como una organización formal.
Así, hoy en día, en sentido común, cuando hablamos de religión nos referimos a instituciones y no al acto de reconectar con lo divino (como sugiere la palabra original). La espiritualidad, en cambio, tiene su sentido en el sentido común como el acto de cuidar las cosas del espíritu. Por lo tanto, puede asociarse a diversas prácticas que no necesariamente están vinculadas a ninguna religión.
Entonces, ¿eres una persona religiosa, una persona espiritual o ambas?
Si puedes conectarte con lo divino dentro de ti cuando asistes a una religión, puedes identificarte con ambos términos. Si no tienes esta conexión y asistes a una religión más por razones sociales o políticas, quizás puedas considerarte religioso. Y si te conectas con lo divino sin estar conectado a ninguna religión, puedes considerarte una persona espiritual.
Pero independientemente de los términos, lo importante es que seas consciente de lo que quieres para ti. No existe el bien y el mal, y no debemos usar términos para discriminar a las personas de una u otra corriente de pensamiento. Todos los grandes líderes que iniciaron las grandes religiones del mundo enseñaron la importancia del amor. Y eso es lo que más importa.
Lo que ha estado sucediendo en los últimos años es un aumento de personas que buscan la espiritualidad pero que no les gusta estar apegados a una institución religiosa formal. Si eres una de estas personas, siéntete libre de conectarte con lo divino de la manera que sea mejor para ti. Lo divino está en todas partes. Por ejemplo: un matemático que pasa horas, sin ver pasar el tiempo, inmerso en una ecuación de difícil solución está en contacto con lo divino que habita en su interior. O imagina a un surfista que se siente conectado con el mar y no piensa en nada más cuando coge una ola, también está conectado con lo divino a su manera. Es decir, si lo divino vive dentro de ti, puedes encontrarlo de la manera que más te estimule. ¡No te apegues a las reglas!
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Si eres una persona a la que le gusta asistir a alguna religión y te conecta con lo divino y te hace sentir espiritualidad, ¡eso también es genial! A veces, estar en grupos con el mismo propósito también puede ayudar a sentir intensamente la emoción y la espiritualidad. Lo importante es que sea verdad.
