de padre a hija

    Sonríe… ¡sigue viviendo! Sé cómo te sientes, pero te traigo aliento y consuelo...

    Y si no me despierto mañana, ¡no llores!
    Abre las cortinas de tu corazón, y con toda tu alegría, ¡solo da gracias!
    Los momentos que estuvimos juntos, los abrazos, la intensidad!
    Mira a un lado y solo piensa: "la vida continúa", ¡nunca estarás solo!
    Cuántos momentos estuvimos juntos amándonos, discrepando, viviendo como teníamos que ser...
    Mira las flores que siguen creciendo, el agua que sigue su camino y el sol que sale cada día y brilla en el cielo para calentarte… ¡son tu ejemplo!
    Piensa que estoy a tu lado, como siempre lo he estado, estrechando tu mano, como si fuera un padre, y tú, una hija aprendiendo a caminar...
    ¡Vamos, no llores!
    Mira a tu alrededor y observa el ritmo frenético de la vida, ¡no se detiene, pase lo que pase!
    Deberías seguir caminando...
    Y en las tardes frescas, en los días de lluvia, en los momentos en que la soledad toca fondo, busca cobijo en los que sufren y despídete de la vida queriendo quedarte. ¡Ganarás fuerza!
    No quiero verte llorar. ¡Esto no es egoísta, es solo una forma de fortalecerte y calentar mi corazón!
    Cuando pienses en rendirte y creas que se acerca el final, abre la ventana y escucha los ruidos de la ruidosa ciudad, ¡recordarás que aún queda mucho por vivir!
    Mi nombre, mi olor, mi calor, mi voz, mi marca, nada se olvidará, pero nada de esto puede darte fuerzas para seguir, a menos que cierres los ojos y sigas sintiendo que estoy a tu lado, siempre reconfortante. tú...
    ¡La vida es así, principio, medio y final! Y como un espectáculo, al final, ¡hay aplausos para que la despedida sea alegre!
    Mírate en el espejo frente a ti, respira hondo y sonríe en voz alta, baila contigo mismo, luego, cansado, ¡tírate al suelo y solo sueña conmigo!
    Nunca estaré lejos, nunca te dejaría desprotegido y sin hogar en mis brazos. ¡Así que confía en que aunque no me veas, siempre estaré acariciándote, acariciándote, mirándote profunda y dulcemente!
    ¡Un padre nunca abandona a una hija! Confía en ello…





    de padre a hija
    sebra / Shutterstock


    Solo estoy en otro avión, usando un nuevo atuendo; Elegí cambiar un poco mi forma de seguirte, pero te extraño… así que cada vez que puedo vuelvo para decirte “¡Hola hija, aquí estoy!”.
    Me inspira tu valentía, tu valentía, tu determinación de niña que nunca pierde la fuerza, pero sobre todo ¡nunca pierde la dulzura!
    No dejes que la vida te amargue y tu sonrisa no brille; él me sostiene aquí en las noches oscuras...
    ¡Escucha mi voz en tus oídos diciendo: “Te amo, mi pequeña”, y sabe que repetiré estas simples palabras hasta la eternidad como un mantra de amor!
    Quiero seguir en paz, con el corazón ligero, pero para eso necesito vuestra oración de agradecimiento...
    ¡Aquí de este lado todo es muy diferente, pero mi amor por ti me enseña a aprender lo que aún no sé! Así que no dejes de llorar...
    ¡Cada lágrima es un paso en vano, cada sonrisa un faro para iluminar!
    Piensa en la vida como un viaje en tren: te sientas y admiras los paisajes, pero en un momento dado tienes que atravesar el túnel oscuro y creer que la luz estará justo allí, al otro lado. ¡Intenta imaginar, es divertido!
    Evita los charcos de agua para no mojarte los zapatos, pero cuando puedas, no olvides refrescarte con un buen baño con manguera. Te estaré regando, riéndome de ti toda mojada...
    Eres un regalo a los ojos del Padre, Creador de la vida y escritor de la muerte, no olvides que Él te está mirando. Sé cauteloso y agradecido, Él se enfadará si no disfrutas de la vida como si cada segundo fuera el último; ¡Haz tu mejor esfuerzo!
    El arcoíris tiene siete colores, solías decir que tenía siete vidas, y digo setenta y siete millones de veces ¡tú eres mi orgullo y mi riqueza!
    ¡Seré tan feliz si tú también lo eres!
    Nada ha terminado, simplemente continúa de una manera diferente…
    Y así me despido, querida hija... deja mi abrazo fraterno a todos los que me extrañan y dicen que te extrañan. Estoy feliz, pero nada me relaja más. Si cierro los ojos y no despierto mañana, ¡sabré que no llorarás!



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    Perdí a mi padre recientemente, el 26/04/2021, de forma inesperada y casi sin dolor para él. Por esta y otras razones, mi corazón solo está agradecido. Por otro lado, es una inmensa nostalgia, traducida aquí en forma de carta y de hermoso poema de amor.
    Espero, con esto, poder compartir mi experiencia con usted, querido lector, porque si alguien ha pasado o está pasando por esto, puede entender, y espero que pueda sentir el aliento que siento en este momento.



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