El yoga es una forma de vida. El yoga comienza en la colchoneta en las primeras horas de la mañana y continúa al día siguiente. En el libro más antiguo sobre Yoga, el tratado escrito por el sabio maestro Patanjali, habla de los ocho pasos para llegar a un estado de Yoga.
El yoga no es una práctica, es un estado mental que se logra a través de las prácticas mencionadas en los Yoga Sutras. En sánscrito se llama Ashtanga Yoga, Ashta significa ocho y Anga significa pasos, etapas. ¡Son ocho pasos!
Uno de ellos es Asana Postura estable y cómoda. La única Asana mencionada en este tratado es la postura meditativa. Sólo mucho tiempo después se estudiaron y enseñaron las demás asanas, que no son más que posturas preparatorias para la meditación.
Luego están los ejercicios de respiración, Pranayamas. Prana es energía vital. Pranayama es el control de la energía vital. Mediante ejercicios de respiración podemos dirigir y aumentar nuestra energía vital. Aumentar la capacidad pulmonar. Respire menos veces al mismo tiempo, respiraciones más profundas. Tomemos el ejemplo del perro y la tortuga. El perro respira muy rápido, vive poco. La tortuga respira lenta y profundamente y vive cientos de años.
Dentro de esta práctica consciente, comenzamos la búsqueda del estado de unión. La práctica de mantener el enfoque mental y salir de las distracciones de la mente que provienen de estimular los órganos de los sentidos, que dispersan la mente y el estado interior conectado con la verdad y la atención plena.
Queremos diluir las perturbaciones que nos alejan del camino de la unión. Estas perturbaciones son la ignorancia (pensamos que lo que es cambiante y transitorio es inmutable y permanente), el egoísmo (pensamos que lo que interpretamos sobre los fenómenos y los objetos son realmente los fenómenos y los objetos), el deseo y la aversión (cuando creamos el deseo y la aversión surge sufrimiento, ya que nos aferramos a las sensaciones que nos provocan los objetos) y apego (sufrimos porque nos aferramos a cosas que son cambiantes).
Estas son las formas en que salimos del estado de Yoga y que a menudo nos sacan de la práctica, la disciplina y la búsqueda. Es importante saber que estas son dificultades que enfrentan todos los buscadores desde hace más de tres mil años. Reconocer estas perturbaciones y continuar con tu práctica es sabiduría que te libera.
En los próximos artículos seguiremos hablando de los Sutras de forma sencilla para que puedas incorporar cada vez más el Yoga en tu día a día.
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