Actualmente, la tecnología nos facilita mucho la vida y nos brinda la oportunidad de aprender sobre los más variados temas e incluso tomar contacto rápidamente con la sabiduría milenaria que nos rodea. Así sucede con los chakras, que al menos una vez en nuestra vida, hemos oído hablar de ellos.
Los chakras son vórtices (remolinos) o centros de energía.energía distribuida a través de nuestro cuerpo. Por cierto, la palabra sánscrita “chakra” significa “rueda de luz”. Mencionados en los “Vedas”, el libro sagrado del hinduismo, existe incertidumbre sobre cuántos de ellos están presentes en el cuerpo humano. Algunas escrituras apuntan a 32, mientras que otras afirman 88. Sin embargo, existe un consenso en que los siete principales están a lo largo de la columna vertebral y cuando están en equilibrio, brindan más salud física, intelectual, emocional y espiritual.
Como estas ruedas giran constantemente, absorben y envían señales de energía a puntos específicos del cuerpo humano. Si están desequilibrados, pueden afectar los órganos y glándulas circundantes y causar disfunción. En este sentido, cuidar el equilibrio de los siete chakras significa preservar el buen funcionamiento del organismo y lograr una salud integral.
Cuando hay un desequilibrio de un chakra, es posible identificarlo según el tipo de problema y el lugar del cuerpo humano en el que se presenta. Así, meditar o dinamizar el chakra del corazón o Anahata Chakra, por ejemplo, significa evitar la baja inmunidad, la depresión e incluso prevenir infartos. Por ello, conocer las influencias de cada uno de estos centros energéticos es fundamental para prevenir trastornos y enfermedades. Así que sigue leyendo y aprende qué órganos se pueden conservar o tratar y curar cuidando cada una de estas “ruedas de luz”.
Chakra Básico o Chakra Muladhara
El primer chakra, llamado básico o Muladhara, también es conocido como la Raíz y está ubicado en la región del perineo, cubriendo el cóccix, en la base de la columna vertebral. Se relaciona con todas las partes “densas” del cuerpo humano como la columna vertebral, los huesos, los dientes, las uñas, los músculos, los tendones, así como las glándulas suprarrenales y el intestino grueso, por donde transita la materia sólida.
Cuando el chakra base está desequilibrado, provoca síntomas como falta de energía física, problemas en la columna, espalda baja, ciática, intestinos, hemorroides, fístulas, problemas en las piernas, aumento de peso corporal, etc. Y para mantenerte en equilibrio o conseguir la cura de cualquier problema que te haya surgido, la meditación es una alternativa indicada, sobre todo cuando se dirige a este centro energético. Además, promueve la alineación de la columna, huesos más fuertes y sanos, el correcto funcionamiento de músculos y tendones, así como el control de la masa corporal.
Chakra sacro o Svadhisthana Chakra
El segundo chakra es el sacro o Svadhisthana y se ubica debajo del ombligo, en la región pélvica hasta el nivel del sacro, siendo responsable del sistema reproductivo, la fertilidad y los estímulos sexuales. También se relaciona con los riñones, una parte del hueso lumbar, de la cadera y del sacro, así como con los fluidos del cuerpo humano como la sangre, la orina, la linfa, los jugos gástricos y digestivos, las lágrimas, el líquido amniótico y otros.
El desequilibrio de este chakra puede provocar rigidez lumbar, disfunción uterina, problemas de vejiga y riñón, impotencia, etc. Además de las consultas periódicas con el médico, una rutina de ejercicios físicos y una dieta rica en nutrientes, adoptar la práctica de la meditación enfocada en este centro energético es una medida que beneficia tanto a este punto vital como al organismo en su conjunto.
Chakra del Plexo Solar o Chakra Manipura
El tercer chakra es el plexo solar o Manipura, también llamado umbilical. Se ubica en el abdomen, en la región del ombligo y próxima al estómago, siendo responsable del páncreas y las glándulas suprarrenales, las cuales se relacionan con el metabolismo, tanto del aparato digestivo como de las unidades celulares. Todavía influye en órganos como el hígado, el bazo, la vesícula biliar y el estómago, además del sistema vegetativo.
Cuando está desequilibrado, el chakra del plexo solar provoca trastornos digestivos como gastritis y úlcera y problemas renales. Además, potencia los riesgos de diabetes o hipoglucemia. Es para evitar estos y otros problemas que mantener una dieta saludable, evitar la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas, realizar ejercicio físico frecuente, así como consultar periódicamente al médico. Cuidar el equilibrio de esta "rueda de luz", sin embargo, implica practicar la meditación, actuando así sobre la energía que circula por ella.
Chakra del Corazón o Chakra Anahata
Llamado cardíaco o Anahata, el cuarto chakra está ubicado en la región del tórax entre la cuarta y la quinta vértebra. Se encarga de la irrigación del corazón, que a su vez está relacionado con el sistema nervioso parasimpático y, a través de la sangre que bombea, transporta agua, alimento a las células y oxígeno desde los pulmones a todas las partes del cuerpo. Todavía está vinculado a los sistemas circulatorio, linfático e inmunológico.
Además, este centro de energía influye en los pulmones, los brazos, las manos y la glándula endocrina asociada al corazón, que es el Timo. También tiene influencia sobre los otros chakras, ya que se encuentra en un punto medio entre ellos. Así, equilibra los tres chakras superiores (espirituales) que son Corona, Entrecejo y Garganta con los tres chakras inferiores (físicos) que son Plexo Solar, Umbilical y Básico, siendo un nexo entre ellos.
En desequilibrio, este centro energético puede producir palpitaciones, arritmia cardíaca, hipertensión, patologías pulmonares, alteraciones en los niveles de colesterol, intoxicaciones, cáncer, infarto, calambres, síndrome de pánico y otros. Es debido a la gravedad de estos problemas que las consultas periódicas con el médico para verificar el correcto funcionamiento de estos órganos y sistemas son esenciales. Y considerando que es una puerta de entrada a la espiritualidad, mantener la práctica de la meditación no solo previene muchos males, sino que puede apoyar la sanación de los que existen, a través de la conexión con la energía divina.
Chakra laríngeo o Chakra Vishuddha
El chakra de la garganta es el quinto y está ubicado en la garganta, en la base de la laringe, siendo responsable de la región del cuello, mentón, oídos, interfaces de voz, tráquea, bronquios, región pulmonar superior, esófago y brazos. Todavía está asociado con las glándulas tiroides y paratiroides, lo que implica la regulación del calcio, el estado de ánimo, el sueño, la fatiga, etc.
En caso de desequilibrio de este centro energético, la persona puede ser susceptible a infecciones virales y bacterianas, como amigdalitis y faringitis, resfriados, herpes, dolores musculares o de cuello, trastornos de la tiroides y bruxismo. Además, puede tener ronquera, tartamudeo, etc.
Al tratarse de uno de los chakras superiores, la intervención con meditación, la entonación de mantras y las terapias dirigidas a la espiritualidad son fundamentales para prevenir trastornos y patologías relacionadas con él, además de ayudar fuertemente a la curación, si alguna de ellas ya se presenta.
Chakra frontal o Ajna Chakra
El sexto chakra también es conocido como el “Tercer Ojo”, el ojo de la percepción, que te permite ver más allá de la realidad y está ubicado entre las cejas, en la frente. Está relacionado con la hipófisis y la melatonina, hormona encargada de regular el sueño y la vigilia, el crecimiento y la respuesta al estrés.
Cuando el chakra de la frente está desequilibrado, puede causar problemas de visión, dolores de cabeza y trastornos del sueño. Por lo que mantenerlo en equilibrio es fundamental y para ello, la meditación es un recurso que actúa tanto sobre la salud física como sobre la espiritual, viniendo en contra de ésta, que es uno de los chakras superiores.
Chakra Corona o Sahasrara Chakra
El séptimo chakra está ubicado en la parte superior de la cabeza, abierto hacia arriba, siendo el responsable de la glándula pineal, que actúa en el cuerpo como un todo. Se refiere a la conexión de la persona con su espiritualidad y la integralidad del ser en los aspectos físico, emocional, intelectual y espiritual.
El desequilibrio de este centro energético supone trastornos en todos los aspectos de la vida, y físicamente produce alteraciones en el funcionamiento de otras glándulas y en el sistema nervioso central.
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Tratándose de un chakra superior y muy relacionado con la espiritualidad y la iluminación, además de cuidar el cuerpo físico, se debe cuidar el autoconocimiento, la expansión de la conciencia y la evolución espiritual. Para equilibrar este chakra existen varias prácticas, desde el ejercicio de la religiosidad hasta la conexión con la naturaleza, el voluntariado, las demostraciones de agradecimiento, las acciones de generosidad y sobre todo la meditación.
Para concluir, cuidar el equilibrio de cada chakra ayuda a mantenerlos alineados, además de obtener un bienestar general: físico, emocional, intelectual y espiritual. Y varias alternativas pueden apoyar esta acción, entre ellas la cristaloterapia, la cromoterapia, el reiki y sobre todo la meditación, que se pueden realizar a diario, en pocos minutos y así actuar sobre la energía sutil de cada uno de ellos. De hecho, deriva de la comprensión del flujo de energía de los chakras, que cuando están alineados, permiten una vida serena y feliz. Así que elige el equilibrio. Cuida estos centros de energía con amor y respeto por la vida. Ella es un regalo maravilloso.
