La sanación viene de nuestro interior: no hay sanación sin reflexión y amor – Parte 4

La cura del egoísmo se produce cuando dirigimos el afecto y la atención que nos dedicamos hacia los demás, estando tan absortos en proporcionarles bienestar que nos olvidamos de nosotros mismos en el esfuerzo.

Eduardo Bach

Para Edward Bach, la causa fundamental de toda enfermedad es el egoísmo, el sentimiento que más nos aleja de la Unidad porque es totalmente contrario al amor. Por lo tanto, sanar implica más que procesos físicos o remedios, implica necesariamente eliminar las imperfecciones de nuestra naturaleza humana, buscando una mayor integración con nuestros semejantes. Ir a la Unidad.



Para Bach (2012), “cuando se aprende la lección del dolor, ya no tiene sentido la presencia de la enfermedad y simplemente desaparece” (p. 47).

Sólo el paciente puede traer alivio a su sufrimiento.

Si queremos conocer el antídoto para todas las enfermedades, tenemos amor y bondad. Para Bach, “cuando hayamos desarrollado suficientemente estas dos cualidades, nada podrá atacarnos, ya que siempre tendremos compasión y no ofreceremos resistencia” (2006, p. 34).

Y nos sigue recomendando: “se puede empezar por practicar la bondad extrema: que ningún pensamiento, palabra o acto sirva jamás para hacer daño a alguien” (BACH, 2012, p. 55).

La sanación viene de nuestro interior: no hay sanación sin reflexión y amor – Parte 4

Para ello, debemos guiarnos por médicos que basarán su tratamiento en cuatro cualidades que deben experimentar los pacientes: Paz, Esperanza, Alegría y Fe (BACH, 2012). El médico debe ser capaz de descubrir el conflicto que está provocando la desarmonía entre el cuerpo y el Alma y para ello debe estudiar la naturaleza humana y cómo ayudar a los que sufren.

Todos estamos aquí en proceso de evolución, trabajando por nuestra propia salvación y, para Bach, debemos ayudar a nuestro hermano a prosperar, a tener esperanza ya ampliar su conocimiento sobre sus experiencias para que pueda progresar. Y en este caso, Bach señala elementos de conocimiento y valores morales que pueden formar parte del proceso terapéutico, pues la cura radica en la liberación del egoísmo y en la vivencia incondicional del amor.



Las cualidades a desarrollar son: Amor, Compasión, Paz, Firmeza, Utilidad, Fuerza, Comprensión, Tolerancia, Sabiduría, Perdón, Coraje y Alegría (BACH, 2012, p. 112).

Bach todavía nos habla de la necesidad de lanzarnos de manera valiente y consciente a reflexionar sobre nuestras experiencias vividas y pensar en cómo pueden mejorar en nuestro proceso evolutivo. Solo el amor puede hacer el verdadero puente entre nosotros y nuestros semejantes: personas con las que elegimos convivir y que son nuestros mayores desafíos.

La experiencia de las virtudes eleva al máximo nuestra frecuencia vibratoria y nos vuelve inalcanzables a niveles bajos de infecciones, inflamaciones y otros estados febriles y dolorosos que nos afectan como una enfermedad.

Si te ha gustado adoptar estas virtudes como estilo de vida, busca un Terapeuta Floral y permítete entrar en la frecuencia de las flores.


Lea la primera, segunda, tercera y última parte de esta serie.

Bibliografía


BACH, E. (2006) Los remedios florales del Dr. Llevar una vida de soltero. São Paulo: Editorial Pensamento.

BACH, E (2012) Terapia Floral. Escritos seleccionados de Edward Bach. Su filosofía, investigación, medicina, vida y obra. Sao Paulo: Terreno.

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