El término Samsara significa “un no lugar”, es decir, es una forma de explicar cómo los seres humanos estamos atascados con nuestros problemas y nuestro mundo. Un ejemplo del libro “El arte de vivir” dice que cuando dibujas un círculo alrededor de un pavo, se dará cuenta de que no puede salir de allí y se dejará morir de hambre. La cuestión es que el animal no salió del círculo para saber si sobreviviría o no. Lo mismo sucede con nuestra vida, creemos que estamos llenos de problemas y preguntas, sin embargo, a veces no vemos el tema con una visión más amplia o con más tranquilidad. Nos impulsan los problemas externos y reaccionamos a medida que ocurren, aunque tenemos la clave para el cambio positivo y la iluminación en nuestras vidas.
¿Cómo puedo aplicar la iluminación en mi vida y escapar de las cadenas del sufrimiento?
La oración y la meditación son grandes aliadas, así como la búsqueda de la realización de sueños y metas, especialmente aquellas que benefician a la mayoría de las personas. En primer lugar, la firme decisión de cambiar la propia realidad.
¿Qué es Nirvana?
El término proviene del sánscrito y significa “extinción del sufrimiento”. Es un estado de ánimo en el que el individuo siente plena realización y felicidad aún frente a las adversidades de su vida. Es el dejar ir el mal karma y el sentir en su esencia lo que es ser y ser plenamente feliz.
En el libro “El Sutra del Corazón de la Sabiduría” dice: “Nirvana significa “sin fuego”. “Fuego extinto” o “sin viento de pasiones”. Nirvana es lo mismo que Samsara. Samsara es Nirvana. Es el mundo del deambular, donde caminamos de un lugar a otro, buscando felicidad o satisfacción. Buscamos, caminamos sin cesar, buscando e intercambiando. Una casa nueva, un auto nuevo, entre otras cosas.
Es el mundo que gira y tú buscas la solución y satisfacción de problemas siempre nuevos. Siempre surgirán, porque es característico de este mundo cambiante. Lo que hace que todas estas sensaciones sean el “viento de las pasiones”. Y somos como hojas tocadas por el viento de las pasiones. NIR es una partícula negativa y VANA es el fuego de las pasiones. Entonces lo podemos traducir como “Fuego extinguido, o sin vientos”, y en la analogía que estoy haciendo, no hay viento que empuje la hoja de lado a lado. No tengo pasiones mundanas, así que de repente hay una gran calma, porque no importa. Retrasado, retrasado, perdí el avión, perdí el avión, hay comida, no hay comida, no hay. Perdí todo lo que tenía, perdí todo lo que tenía. Gané mucho, gané mucho. Las pasiones no empujan, por lo que el mismo lugar que es Samsara es Nirvana. Lo que ha cambiado es la forma de ver. Tomas tus ojos, que ven Samsara, y los cambias a los ojos de Buda, miras con una mente iluminada, y entonces lo que era Samsara se convirtió en Nirvana. Entonces Samsara no es un lugar. Y Nirvana tampoco. No puedes "ir" al Nirvana. Te cambias a ti mismo y luego este lugar se convierte en Nirvana”.
Es decir, la vida misma y sus factores externos e internos, sean buenos o malos, no serán más fuertes que la solidez y plenitud interior del individuo que tiene el estado de nirvana en su vida.
¿Cómo aplicar el nirvana?
De manera práctica, estudiando mucho la doctrina, practicándola a través de la meditación, el estudio y la oración; no es un estado de ánimo de un día para otro, sino una continuidad, una práctica actual.
La importancia de ambos términos radica precisamente en marcar la diferencia en el lugar de acción (sociedad, familia, amigos, cónyuge) de manera efectiva y positiva. Entender que no es por casualidad que todo sucede es un excelente comienzo cuando se trata de Nirvana y Samsara.
Escrito por Bruno da Silva Melo del equipo Eu Sem Fronteiras.
